La Alcazaba de Badajoz, la cuna de la ciudad extremeña

Cuando pensamos en los orígenes de una ciudad, normalmente llevamos nuestra vista hasta el casco histórico, el núcleo principal de cada núcleo urbano. En el caso de la ciudad de Badajoz este origen está situado en la Alcazaba, que se edificó en el año 875 de nuestra era, gracias a la intercesión de Abd-al Rahman Ibn Marwan, quien la edificó en el Cerro de la Muela.

A lo largo de los siglos ha ido sufriendo modificaciones y ampliaciones y ha pasado de estar edificada con argamasa hasta contar con la presencia que conocemos hoy. El aspecto original data del siglo XIII, en la era almohade, que fue cuando gozó de su máximo esplendor. Su posición propició que se convirtiera en una fortaleza inexpugnable y es la construcción de este tipo más grande que perdura en España.

El recinto cuenta con dos puertas de esta época, la puerta del Capitel y la del Alpéniz, que se conservan muy bien. A estas se les une la puerta de la Coraxa y de Yelves. Además, sus torres están bien conservadas y entre ellas destaca la de Espantaperros, una edificación octogonal de la que se dice que es el precedente de la Torre del Oro de Sevilla.

El espacio que hoy ocupa la Biblioteca de Extremadura y Facultad de Biblioteconomía y Documentación de la Universidad de Extremadura fue ocupado en su momento por la Mezquita Mayor y el Palacio Real o Palacio de los Aftásidas. Además, en el interior de la Alcazaba acoge al Palacio de los Condes de la Roca o de los Condes de Feria, que es la sede del Museo Arqueológico Provincial.

También se puede pasear por los jardines de la Alcazaba, un gran espacio abierto en el que ocasionalmente se celebran eventos de carácter medieval y festivo. Estos jardines ocultan una importante vegetación y es uno de los puntos más buscados por los habitantes de la ciudad y los visitantes para disfrutar de un lugar donde pasear.

Vía | Turismo Badajoz
Foto | Icorbacho – Wikimedia

España Badajoz Lugares de interés #castillos