La Plaza Mayor, corazón de Madrid
La Plaza Mayor de Madrid es uno de los puntos fundamentales de la capital española, donde confluyen alguna de las primeras calles de la población y uno de los lugares que no hay que dejar de visitar. Sus orígenes se remontan al siglo XV, cuando Felipe II trasladó la capital de reino hasta la ciudad y ordenó que se diera cierta unificación a los edificios que conformaban la llamada Plaza del Arrabal, situada en aquel momento fuera de la primitiva ciudad.
En ella se celebraba el principal mercado de la población y por ello, el primer edificio que se le levantó fue la Casa de la Panadería, una construcción porticada que sirvió de modelo para el resto de edificios que fueron creciendo, poco a poco, alrededor de la plaza. Desde que se construyó la Casa de la Panadería, esta ha sido la Tahona Principal de la Villa, donde se establecía el precio del pan para toda la población. Después ha tenido otras funciones, como la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y Academia de la Historia. Hoy solo se conserva de ese edificio los sótanos y la planta baja, mientras que la fachada ha sufrido varias remodelaciones. Hoy es el Centro de Turismo de Madrid.
Durante siglos, la Plaza Mayor de Madrid ha sido escenario de muchas actividades culturales y festivas. Entre ellas, también se incluyen corridas de toros, coronaciones e incluso actos de fe, que aprovechaban la privilegiada situación de la plaza para poder mostrar esos actos a los ciudadanos de Madrid.
A lo largo de los siglos, han sido tres los grandes incendios que han atacado los edificios de la Plaza Mayor de Madrid, que ha tenido que ser restaurada otras tantas veces. Tras el incendio de 1790, se cambió la configuración de la plaza, reduciendo la altura de los edificios hasta las dos alturas. Además, se cerró la plaza en los extremos y se habilitaron nueve accesos, entre los que destaca el arco de Cuchilleros, llamado así porque daba acceso a la plaza desde la calle en la que vivían y trabajaban los miembros del gremio de los cuchilleros.
En el centro de la Plaza Mayor de Madrid se encuentra la estatua ecuestre de Felipe III, que hasta el siglo XIX estuvo ubicada en la entrada en la Casa de Campo, aunque la reina Isabel II la cedió a la ciudad y se colocó en el lugar donde luce hoy. Fue diseñada por Giambologna y terminada por Pietro Tacca en 1616.
Bajo los arcos de la Plaza se pueden encontrar decenas de pequeños bares y restaurantes, que ofrecen alguno de los platos típicos de Madrid y especialidades como los bocadillos de calamares, que se pueden disfrutar en cualquiera de las terrazas. Los domingos hay un pequeño pero curioso mercadillo de sellos y monedas y siempre es uno de los lugares más transitados de la ciudad.
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