Las hogueras de San Antonio, una tradición de la España rural
España es una tierra de tradiciones ancestrales. A lo largo de los siglos, se han ido adaptando algunas que llegan desde tiempos inmemoriales, que han sido adaptadas por la iconografía católica para darle un sentido más acorde con la cultura de nuestro tiempo y que se continúan celebrando. Una de estas es la noche de San Antonio Abad, patrón de la ganadería y que se celebra con grandes hogueras. Al ser un santo que se relaciona con los animales y su cría, esta tradición está presente sobre todo en el ámbito rural, donde existen rebaños y es importante la economía basada en su cría y sacrificio.
Los habitantes de estas zonas suelen celebrar la noche del día 16 al 17 de enero grandes hogueras que buscan conmemorar la muerte de este santo cristiano. En muchos lugares se levantan varias hogueras, no solo una. La tradición se realiza tanto en la vertiente mediterránea, las tierras andaluzas o extremeñas, donde hay mucha tradición ganadera.
Muchas de esas hogueras se aprovechan también para cocinar carne a la brasa, uno de los platos tradicionales en estos lugares y que permite que los vecinos se reúnan en torno a la mesa para disfrutar de este manjar. La tradición manda que las hogueras se enciendan al caer la noche, para que las brasas estén un poco más tarde y puedan utilizarse para asar la carne y las verduras que luego se cenarán en compañía. La festividad se celebra con dulces y moscatel en algunos lugares.
En algunos pueblos, los caballos saltan estas hogueras, buscando purificarlos y ofreciendo un espectáculo muy vistoso. Los animales son los protagonistas de estas fiestas y por ello están muy presentes durante la celebración.
El día de San Antonio se celebra la bendición de los animales. Esta tradición hace que los animales sean bendecidos por parte del párroco local y se obsequia a los participantes con el rollo de San Antonio, una rosca de pan, normalmente anisada, que se come durante a modo de merienda ese día.
Al no ser un día festivo, el día de San Antón puede que se celebre uno de los dos fines de semana más cercanos a la fecha, tanto el anterior como el posterior.
En su origen, estas hogueras se celebraban en época romana para renovar los campos y purificar las cosechas venideras, junto con la fertilidad de los rebaños. Con el paso de los siglos y la llegada del cristianismo, se le cambió el nombre y se atribuyó a este personaje de la mitología cristiana, pero la función de renovación se ha mantenido hasta nuestros días.
Esta es una de las dos festividades que se celebran con hogueras, junto a la de San Juan, que da la bienvenida al verano y que es más propia de las zonas costeras.
Foto | Alós – Flickr
Vía | Etnocat
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