Zaragoza: los tres parques que hay que visitar
Zaragoza cuenta con bastantes parques urbanos y zonas verdes donde pasear, así que te presentamos tres de los más importantes y que has de conocer en tu visita.
El Monasterio de Piedra se conoce sobre todo por el fantástico parque repleto de zonas de agua donde se pueden admirar cascadas, lagos y otras formaciones por donde el agua del río Piedra se mueve, creando un escenario impresionante y muy refrescante. Pero el Monasterio de Piedra es mucho más que ese parque. También es el edificio que da nombre al parque y que se puede visitar y admirar como el parque.
Su origen está en una fortaleza musulmana abandonada donde en el siglo XIII se asentaron 13 monjes cistercienses y crearon el monasterio. Durante 600 años el Monasterio de Piedra estuvo habitado, hasta que fue un de los edificios que sufrió de la desamortización de Mendizábal, fue abandonado y pasó a manos privadas en 1840. Su comprador fue un empresario textil, que quiso mantener este espacio en medio de una espectacular zona verde.
Aunque el río Piedra alimentaba varias cascadas y creaba pequeños arroyos que recorrían el parque, Juan Federico Muntadas, hijo del comprador, creó un diseño de canalizaciones que ayudó a crear un espacio natural todavía más especetacular. Muchos de los saltos de agua que se pueden ver hoy son consecuencia de esa canalización artificial, que aporta más espectacularidad a la zona.
Por su parte, el Monasterio se convirtió en un establecimiento hotelero con la conversión de sus estancias en habitaciones para los visitantes al paraje. Hoy parte del Monasterio de Piedra está en ruinas, aunque hay estancias que se pueden visitar. Además, en las bodegas se ubica el Museo del Vino de la Denominación de Origen Calatayud.
Originalmente el Monasterio utilizó una arquitectura sobria y sencilla, pero las sucesivas reformas fueron incluyendo los elementos propios de cada época. Así, se puede encontrar elementos rómanicos, góticos, barrocos, mudéjares y renacentistas. Entre las cosas curiosas se puede ver la muralla y la torre defensiva. Se construyeron para proteger al Monasterio de los ataques musulmanes y de los ejércitos castellanos, que asediaban con frecuencia el recinto monacal.
En el Monasterio de Piedra se ubicó la primera piscifactoría privada de España, en el año 1867. Las aguas del río Piedra tienen, además, una particularidad. Y es que tienen una gran cantidad de carbonato cálcico. A causa de la presencia de este elemento, cuando cae en el suelo o en la vegetación provoca que se forme una costra calcárea que da la sensación de que el agua «petrifica» lo que toca. Esto se aporta su nombre.
Otra curiosidad importantes es que, según la leyenda, donde se elaboró por primera vez el chocolate en Europa. Un monje que acompañó a Hernán Cortés ofreció un cargamento de cacao al abad, junto con la receta. Y así se elaboró durante mucho tiempo en este monasterio aragonés.
En el parque del Monasterio de Piedra hay una gran variedad de flora, con árboles autóctonos y otros traídos desde otros puntos de España. Hay ejemplares de hasta 500 años, que atestiguan la importancia de la flora que crece en este maravilloso lugar de la provincia de Zaragoza.
Esta es la ubicación del Monasterio de Piedra.