Los museos de Salamanca, un buen argumento para conocer la provincia castellana
La provincia de Salamanca ofrece muchas más cosas que la propia capital. Los pueblos de la misma albergan muchos rincones atractivos que justifican una visita y unas vacaciones recorriendo esta región. Si en otras ocasiones hemos hablado de los Conjuntos Históricos de Salmanca y las posibilidades de disfrutar del turismo fluvial, hoy toca hablar de los museos que se abren en los pueblos salamantinos.
El Museo del Castro de Yecla la Vieja
El Castro de Yecla la Vieja es un poblado que se abandonó en la Edad Media y se ha convertido en un espacio museístico que se puede visitar. La visita se realiza gracias a paneles informativos y recursos audiovisuales. En este poblado vivieron los vetones desde el siglo V a.C. hasta la Edad Media. Se pueden encontrar varios ejemplos de restos arqueológicos, como una escultura de un verraco, una escultura zoomorfa considerada la mejor conservada de las que se conocen.
Museo Ángel Mateos, en Doñinos de Salamanca
También conocido como MAM, es un museo orientado a la obra del escultor Ángel Mateos. La particularidad de este espacio es que está dedicado al hormigón y su aspecto tiene precisamente su origen en piezas de este material. La abstracción como argumento de comunicación y el hormigón como material propio de la modernidad son sus sellos de identidad. El diseño de menhires, dólmenes y otros monumentos milenarios son el origen de estas piezas.
Béjar, ciudad de museos
En la ciudad de Béjar hay varios museos que también hay que conocer y visitar durante las vacaciones en Salamanca. Uno de los más importantes es el Museo Textil. Este se ubica en la finca San Albín y cuenta con una colección de 34 máquinas textiles. Estas han sido cedidas por particulares, empresas e instituciones, que ofrecen una retrospectiva del pasado que convirtió a esta población en epicentro de la industria textil de la región, con 200 empresas dedicadas a ella.
Otro de los grandes museos que se pueden visitar en Béjar es el Museo Judío David Melul. Este fue creado por un ingeniero melillense como tributo a todos los judíos españoles. En sus tres pisos se puede conocer la historia y la cultura sefardí hasta la expulsión en el año 1492 de la Península.
El Museo de la Escultura cuenta con la obra de dos artistas, Mateo Hernández y Francisco González Macías, que desde el año 1980 se pueden ver en el mismo casco urbano de la población.
Por último, el Museo Legado Valeriano Salas ofrece todas las obras que el propio fundador fue recopilando por sus viajes por el mundo. Hay representación del arte europeo, africano y asiático. Cuadros de la escuela holandesa, alemana y francesa de los siglos XVI y XIX, una colección de esmaltes de Limoges y porcelanas del Sevre se unen a pergaminos y manuscritos de origen persa.
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