Mallorca y el turismo enológico, un mundo por descubrir
Mallorca tiene mucho que ofrecer en cuanto a gastronomía y las muchas bodegas de vinos que hay en las tierras mallorquinas ofrecen dos D.O. y tres I.G.
Hay mucha gente que disfruta de sus vacaciones en verano, pero también hay otra mucha que elige el otoño para viajar. Para ellos, hay una gran cantidad de lugares donde poder ir y conocer ciudades muy interesantes. Menos afluencia, precios más económicos y los mismos lugares y monumentos para descubrir son alguno de los argumentos para viajar a partir de septiembre. En este caso, nos vamos a detener en Palma de Mallorca, un destino que se puede visitar en cualquier época del año.
La ciudad de Palma de Mallorca tiene muchos alicientes para viajar en otoño. Sus playas siguen siendo sugerentes hasta bien entrado el mes de octubre, sin masificaciones y encontramos muchos monumentos y lugares interesantes para descubrir. Estos son alguno de ellos.
Este es uno de los monumentos más importantes de la capital mallorquina. Se trata de un edificio gótico, que da la bienvenida al visitante con el mayor rosetón del mundo. Este mide 11 metros de diámetro y está fabricado por más de mil piezas de colores. En su interior se incluyen otros elementos muy interesantes, como el lampadario de Gaudí y Jujol, que tiene 33 puntos de luz colgantes. En la misma catedral se puede admirar también un mural cerámica realizado por Miquel Barceló, que representa el mar y la tierra de la isla.
Cerca de la catedral de Palma se encuentra el Palacio de la Almudaina, un edificio que tiene un origen romano. Después ha pasado por varias restructuraciones de mano de los musulmanes hasta su reestructuración como alcazaba cristiana. Otro de los lugares a visitar es el castillo de Bellver, que tiene forma circular y que permite obtener una vista de 360º de la bahía de Palma. Es, curiosamente, el único castillo gótico con forma circular que hay en España.
El jardín señorial de Can Pit albergan los baños árabes. Es uno de los legados arquitectónicos más importantes de esta cultura en Mallorca y es uno de los monumentos más emblemáticos de la ciudad.
En el casco histórico de Palma también se levantan casas señoriales que atesoran mucha historia y alguno de los patios más interesantes de la ciudad. Uno de ellos se ubica en el Casal Solleric, donde además se puede visitar una gran variedad de exposiciones artísticas. Otra de estas casas históricas que visitar es Can Balaguer, donde se puede ver el patio, que tiene el mobiliario original de la época en que se construyó. Una exposición permanente de la obra de Antoni Gelabert completa la oferta de esta casa señorial.
Can Fortaleza Rey es un edificio de cinco plantas que se construyó pensando en viviendas, pero que actualmente está abierto al público y que representa la culminación de la decoración art-decó en las islas Baleares.
El Gran Hotel es otro de los puntos conocidos por ser un lugar en el que la decoración modernista es muy importante. Además, se trata del primer hotel de la ciudad que fue construido contando con luz eléctrica y teléfono.
En la capital balear hay varios museos que hay que conocer. El museo de arte contemporáneo Es Baluard. Su colección incluye obras de Picasso, Antoni Tàpies, Miquel Barceló, Gaugin, Cézanne y otros muchos más. También realiza exposiciones temporales y un completo listado de actividades durante todo el año.
El museo además alberga un aljub de 300 metros cuadrados que abastecía de agua al barrio del Puig de Sant Pere y a los barcos que atracaban en el puerto.
La obra de Joan Miró puede ser admirada en la antigua casa del pintor, sede de la Fundación Miró Mallorca. Su obra también se puede contemplar en el Hotel Joan Miró, que alberga parte de la misma.
Para acabar el día en Palma, no solo se pueden visitar los conocidos bares de copas y discotecas, sino que hay una gran cantidad de teatros y salas. El Auditorium, Trui Teatre y el Teatre Principal ofrecen una programación muy variada todos los días.
Palma goza de un entorno privilegiado. El Mediterráneo le permite disfrutar de los productos del mar más exquisitos y el interior surte a los mercados de la ciudad de los productos más intensos. En los mercados de la ciudad se puede encontrar una buena muestra de ambos. En el Mercat de l’Olivar, en el centro de la capital, se ofrecen productos de cercanía. Si se quiere disfrutar de ellos, hay varios restaurantes en el interior que cocinan el producto fresco que se ha comprado, una experiencia que se ha de disfrutar en Palma.
Otro de los mercados emblemáticos de Palma es el Mercado de Santa Catalina, ubicado en el barrio del mismo nombre. Es un mercado más tradicional y tiene muchos productos para disfrutar de la cocina mallorquina. Algo más actúal y contemporáneo es el Mercat 1930, que se ha convertido en un referente gastronómico de la ciudad.
Todo esto convierte a Palma de Mallorca en un destino maravilloso para disfrutar en otoño. Una buena elección para disfrutar de la calma, la historia, la cultura y por qué no, también la fiesta.
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