Los lugares más frescos de Burgos para disfrutar en verano
Cuando pensamos en Burgos tenemos la imagen de temperaturas extremas, tanto en verano como invierno. Si durante los meses invernales el frío es importante en esta provincia, en verano hace también mucho calor. Por ese motivo es agradable saber que hay rincones muy atractivos para disfrutar de las cristalinas aguas de varios de los ríos que discurren por ella. Vamos a repasar alguno de los lugares más refrescantes de una provincia muy atractiva y que hay que visitar durante el verano.
Uno de los espacios más conocidos de Burgos es la piscina natural de Espinosa de los Monteros, que está alimentada por el agua del río Trueba. Durante los meses de verano se rebalsa el agua de este río y crea una piscina natural que ayuda a soportar los calores del verano, ayudado por la sombra de los árboles que rodean este espacio tan refrescante.
Además, se puede aprovechar para visitar Espinosa de los Monteros, un pueblo que fue fundado hace 800 años por los habitantes cántabros, que cuenta con varios edificios que vale la pena visitar, como el palacio de los Marqueses de Chiloeches o la parroquia de Santa Cecilia.
El pantano del Ebro divide en dos el pueblo de Arija y en sus aguas se puede disfrutar no solo por la posibilidad de nadar en sus aguas, sino también por la cantidad de actividades acuáticas que ofrece. Se puede practicar el kitesurf o el piragüismo, entre otras divertidas y refrescantes opciones. Otra de las opciones es disfrutar de la observación ornitológica, ya que es un lugar donde hay una gran variedad de especies de aves.
En Villarcayo encontramos el parque del Soto es uno de los espacios más visitados de la zona. El río Nela ofrece varias piscinas naturales, junto con zonas verdes e instalaciones deportivas. Para complementar la visita refrescante se puede visitar la ermita de San Roque, edificada el siglo XVIII.
En el Valle del Sedano se encuentra Orbaneja del Castillo, una población que además del encanto de sus calles se puede encontrar el cañón del Ebro. En el mismo pueblo se encuentra el complejo kárstico de Orbanejo, donde se encuentra la cueva del agua, donde se encuentra una cascada de 20 metros, una imagen espectacular que además de refrescante ofrece una visión muy bonita.
Otra cascada conocida en la provincia de Burgos se encuentra en Pedrosa de Tobalina, una población de 100 habitantes. La cascada del Peñón tiene una longitud de 100 metros y una caída de 20 metros. Aunque en verano suele tener bastante caudal, el momento ideal para descubrirla es durante la época del deshielo, cuando más agua lleva.
Cerca del yacimiento de Atapuerca se encuentra el río Arlanzón, cuyas aguas las regulan el embalse de Úzquizia y el pantano de Arlanzón. En este último, uno de los de menor caudal del Duero, ofrece muchas posibilidades de disfrutar del piragûismo o el baño. Son alguno de los lugares donde estar bien fresquito durante el verano en una provincia como Burgos.