Tapear en la calle Laurel de Logroño, un placer en vacaciones
Logroño tiene varias zonas de tapeo, donde se puede disfrutar de una gran variedad de pinchos y tapas junto a los buenos vinos de La Rioja o de cerveza
Hay muchos motivos por los que elegimos un lugar para disfrutar las vacaciones. Puede ser por sus monumentos, por su vida cultural o por el ocio que ofrece. Así que queremos plantearte una excusa para conocer alguna de las ciudades más interesantes de España. Todas ellas tienen algo en común y eso es el río más largo y caudaloso de España, el río Ebro.
Este nace en Cantabria, en Fontibre, aunque se ha demostrado que las aguas que le dan forma provienen de las fuentes del río Hijar. Estas desaparecen a unos 2.000 metros bajo tierra y reaparecen en la Fuentona, donde tradicionalmente se ubica el origen del río Ebro.
Mide 930 kilómetros y atraviesa varias provincias españolas, desembocando en Tarragona, en la zona conocida como Deltebre. Allí se forma el Delta del Ebro, donde se depositan la tierra arrastrada por el río durante todo su trayecto. El Ebro ha sido fuente de riqueza para las zonas donde discurre y entre los puntos más importantes de su recorrido figuran dos capitales de provincia, Logroño y Zaragoza.
La ciudad de Logroño es la capital de La Rioja, una de las Comunidades Autónomas con mayor producción de vino y que ostenta una de las Denominaciones de Origen más conocidas de España. Logroño es, además, una ciudad que vale la pena visitar y conocer, más allá de las bodegas que se abren en toda la comunidad autónoma y los extensos campos de viñedos.
El paso del Ebro por la ciudad permite que se haya construido un paseo fluvial a lo largo del trazado del mismo, por donde muchos vecinos suelen pasear y practicar deporte. En uno de los tramos de este paseo se encuentra la Casa de las Ciencias, un espacio expositivo y de estudio donde se puede encontrar no solo exposiciones relacionadas con la ciencia, sino también una biblioteca para poder realizar estudios y consultas.
Para salvar el Ebro hay varios puentes, entre los que destaca el Puente de Hierro, que une ambas orillas con una estructura metálica y que se inauguró en el año 1882. Tiene una longitud de 330 metros y está construido con metal, siguiendo la tendencia de la época.
Logroño también tiene una oferta gastronómica muy atractiva, que se puede encontrar en la conocida Calle Laurel. En esta zona se abren muchos pequeños bares que ofrecen vino de la región, cervezas y tapas y raciones típicas. Es una calle que es muy visitada por los turistas, aunque hay otra zona, la calle San Juan, que es más visitada por los vecinos, huyendo de la más masificada Laurel.
Fotos: Flickr – CC
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