Valladolid en un día, monumentos, arte y cultura para una jornada turística
Valladolid es una ciudad donde se ha de disfrutar con calma, recorriendo los muchos lugares donde se puede conocer la historia de uno de los lugares más emblemáticos de Castilla-León, una urbe repleta de historia y con una gran variedad de monumentos. A veces, solo podemos disfrutar de una única jornada para disfrutarla y para ello tenemos que pensar detenidamente qué ruta debemos seguir para no perdernos nada y descubrir los rincones más importantes.
El mejor lugar por dónde comenzar la visita de un día a Valladolid es la Plaza Mayor. En ella se ubica la casa consistorial, que está abierta durante los días entre semana y en la que se puede visitar parte del edificio, incluyendo la impresionante escalera de mármol. Desde esta plaza podemos dirigirnos a la calle Platerías. Esta calle está cerrada por la Iglesia de la Veracruz, que es la sede de la cofradía de Semana Santa más antigua de la ciudad castellana. Continuando con el paseo, se llega hasta la plaza de Portugalete. En esta plaza encontramos la Catedral, la Colegiata de Santa María y la iglesia de la Antigua.
En esa misma plaza se encuentra una estatua de Miguel de Cervantes, quien vivió en la ciudad durante un tiempo. También está la fachada de la Universidad, que como tantas cosas en la ciudad tiene una leyenda ambientada en la Universidad. En este caso, la leyenda cuenta que si se cuentan los leones que la custodian, nunca se terminarán los estudios. En esta zona hay una gran cantidad de terrazas y bares, además del Pasaje Gutierrez, una galería comercial de estilo parisino con muchos comercios muy interesantes.
En calle Angustias está ubicado el Teatro Calderón, sede del Festival de Cine de Valladolid y escenario de muchas representaciones teatrales, eventos y proyecciones de películas. Al continuar, se pasa por la plaza de San Pablo. En la iglesia que se levanta allí fue bautizado Felipe II, así que es claro exponente de una España cargada de historia y tradición. También se encuentra el palacio de Pimentel, donde nació el monarca. Entre ambos edificios se abre una calle peatonal en la que se levantan el Colegio de San Gregorio, el Palacio del Marqués de Villena y la Casa del Sol.
En la calle de San Ignacio encontraremos varios palacios, como el de los Arenzana, el Marqués de Valverde y Fabio Nelli. Más adelante se desemboca en la plaza del Coso. Desde esta podemos admirar la Iglesia de San Benito, que tiene una fachada de grandes dimensiones. Entre esta zona y la Plaza Mayor hay una gran zona de bares y restaurantes donde se puede aprovechar para comer. Una vez se han repuesto fuerzas se puede continuar por la calle Santiago, al arteria comercial de Valladolid que está presidida por la iglesia del mismo nombre.
En la plaza Zorrilla podemos encontrar la Academia de Caballería y la estatua del escritor. Si se continúa por la calle Acera de Recoletos se encuentran edificios como la Casa Mantilla, la Casa Resines y la Casa del Príncipe, junto a una estatua de Cristobal Colón. Para terminar el día, no hay nada como perderse por el Campo Grande, un bonito parque romántico con numerosas fuentes monumentales, estatuas y estanques para relajarse como parte de la última etapa del día.
Lo mejor es utilizar varias jornadas para descubrir y disfrutar Valladolid, pero con este recorrido por el centro histórico puede ayudarnos a hacernos una idea sobre lo que podemos ver en sucesivas visitas más relajadas.