Lorraine Motel, uno de los lugares más famosos de Memphis
«Free at last». Libre al fin. Ese es el epitafio que luce la tumba de Martin Luther King. Los restos de este gran activista están en Atlanta, su ciudad natal, pero la muerte le llegó a más de 600 kilómetros de su casa, en Memphis.
Martin Luther King fue asesinado en el balcón del Lorraine Motel de Memphis, el 4 de abril de 1964
Luther King se había desplazado a esta ciudad a finales de marzo de 1968. Los trabajadores de la basura de la ciudad, todos negros, se habían puesto en huelga para pedir una mejora en sus condiciones salariales y la situación se había recrudecido cuando en una de las protestas había muerto un joven afroamericano.
Como siempre que viajaba a esta ciudad del estado de Tenesse, King se alojó en el Lorraine Motel. Abierto en los años veinte, este modesto establecimiento hotelero permitía la entrada de negros, de ahí que en el se alojaran las mayores personalidades afroamericanas, gente como los Harlem Globe Trotters o artistas como Ray Charles, Ottis Redding, Louis Armstrong, Aretha Franklin o Nat King Cole. Éste último popularizó una canción que llamada «Sweet Lorraine», de donde curiosamente viene el nombre del motel.
King se alojó en la habitación 306, compartiendo estancia con el reverendo Ralph Abernathy. La tarde del 4 de abril, King salió al exterior y desde la barandilla saludó a un grupo de seguidores que se encontraba abajo. Apenas pudo intercambiar unas palabras con un músico, Ben Branch, cuando recibió un disparo letal en la garganta, muriendo apenas una hora después ya en el hospital.
La muerte de King desató toda una oleada de violencia en los Estados Unidos. En Memphis y más concretamente en el Lorraine Motel, el tiempo se detuvo para siempre. Los dueños del motel decidieron que aquella habitación, la 306, bautizada desde entonces como King – Abernathy Suite, no se rentaría nunca y se dejaría tal y como estaba, por siempre. Hasta la cama en la que descansaba King estaba y sigue sin hacer y el café que dejó a medias seguía allí.
El hotel quebró, pero una organización llamada «Save the Lorraine» (Salvemos el Lorraine) luchó para preservar este rincón histórico de Memphis y de la historia de Estados Unidos. Fue así como el motel se convirtió, desde 1991 en adelante, en el Museo Nacional de los Derechos Civiles.
Sito en el número 450 de la calle Mulberry, a partir de 2012 el museo sufrió una renovación. Fruto de este proceso fue la apertura de la balconada donde fue asesinado Martin Luther King y la posibilidad de contemplar la habitación, tal y como quedó, desde una mampara. El complejo del museo incluye otros espacios, como el lugar desde donde disparó el único acusado, James Earl Ray.
Foto 1 | Flickr – Brad Montgomery
Foto 2 | Flickr – Charley 1965
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