Qué ver en Nueva York, un sueño que podemos hacer realidad

Qué ver en Nueva York, un sueño que podemos hacer realidad

Escrito por: Victor Alós    21 septiembre 2018    4 minutos

Visitar Nueva York no es viajar, sino hacer realidad una experiencia única que se puede convertir en uno de los viajes más intensos que se pueden vivir

Creo que hay pocos destinos más soñados que la eterna ciudad de los rascacielos. Se le ha llamado de muchas maneras, desde aquel mote que la denominó la Gran Manzana a la Ciudad que Nunca Duerme. Pero siempre viene a nuestra mente con el nombre que brilla en neones y que la define como ningún otro nombre, el suyo propio: Nueva York.

Nueva York es mucho más que una ciudad. Es la capital del mundo, donde se juntan todos los sueños y donde casi todos los viajeros quieren ir al menos una vez en la vida. La primera imagen que nos viene a la cabeza es la de los grandes rascacielos de Manhattan, aunque Nueva York tiene mucho más que esta exquisita zona, pensada más para los negocios que para la vida diaria de los neoyorquinos.

Nueva York es urbana y cosmopolita

Desde luego, pasear por las calles donde late el centro del mundo es una experiencia que hay que disfrutar y sentir con intensidad. Pasear y levantar la mirada para sentirla ocupada casi por completo por los imponentes edificios de Wall Street es algo que al viajero primerizo estremece y le hace sentir pequeño ante la grandiosidad de la ciudad.

Subir a lo alto de estos emblemáticos edificios y ver como la ciudad se extiende a los pies del viajero es otra de esas sensaciones que se han de experimentar. Oye, que es Nueva York, y en Nueva York hay que sentir, al máximo y sin tregua. Central Park y sus interminables caminos, que se esconden entre una vegetación que parece imposible en una ciudad llena de coches, autobuses y todo tipo de tráfico es un manto verde que se percibe desde las alturas, pero se siente cuando se entra en esta gran extensión verde en medio de una de las ciudades más inmensas del planeta.

Los grandes monumentos de Nueva York

Nueva York no se acaba en un día. Ni en un mes. Pero suponemos que el viajero no tendrá tanto tiempo para descubrirlo. Lo ideal es dedicar varios días para recorrer Nueva York, planificando bien el viaje y organizando los primeros días para visitar esos grandes monumentos que no debemos dejar de visitar. Podemos buscar entre los hoteles en Nueva York el que más se ajuste a lo que buscamos en nuestro viaje y además de descansar, preparar todos los detalles del día siguiente.

La Estatua de la Libertad, los distintos museos de todo tipo que se abren en las calles de la ciudad, los edificios más señalados e incluso, si nos apetece, podemos encontrar una ruta de cine que puede llevar al viajero por los grandes escenarios de las películas y series de televisión que nos han encandilado desde siempre. Hay que planificar bien estas visitas para poder ver el máximo número de lugares en el poco tiempo del que dispondremos. Pero, eso sí, siempre hay que pensar que es mejor dejar de ver algo que disfrutar a medias de un lugar especial.

Deporte urbano en Nueva York

Al planificar la visita a Nueva York, es mejor reservar con antelación las entradas por internet, de manera que así es más sencillo realizar la planificación. Siempre puede haber imprevistos, claro, pero si se tiene en cuenta los días que tenemos, todo puede estar mejor hilado y no nos perderemos ninguna de las visitas planificadas. Es mejor planificar una o dos visitas al día y el resto, dejarlo a la improvisación para evitar disgustos.

Callejear por los barrios de Nueva York

Pero Nueva York tiene muchos más rincones que hay que conocer. Los cinco distritos de Nueva York tienen miles de alicientes para descubrir en sus calles. Hay sitios muy conocidos gracias al cine y la televisión, pero también otros que no aparecen en las guías y que el cine ha olvidado. Callejear por las calles de Nueva York permite descubrir rincones que quedarán en la memoria durante mucho tiempo.

Queens, Bronx, Brooklyn, State Island y, claro, Manhattan, tienen cada uno una personalidad y un pulso distinto. Unos son más tranquilos, otros más movidos. E incluso, por zonas, parece que hayamos abandonado la ciudad de Nueva York y se ha entrado a una ciudad completamente diferente. Las comunidades hispanas, chinas, italianas, irlandesas… todas tienen cabida en una ciudad abierta y cosmopolita que además permite descubrir la gastronomía de todo el mundo, más o menos adaptada a la vida en la gran ciudad.

Nueva York es una ciudad abierta

Viajar con Iberostar te permitirá contar un hotel bien situado, con todas las comodidades para recuperar el aliento cada noche, después de recorrer las calles de una ciudad que vibra, brilla y nos permite convertir los sueños de cualquier viajero en realidad.

Nueva York está mucho más cerca de lo que creemos, con miles de argumentos para hacer que sea el lugar donde queremos viajar al menos una vez en la vida y nos atrape de esa manera en que solo lo hacen los destinos más buscados, los que aportan mucho más que un viaje y se convierten en una experiencia. ¿Vamos haciendo las maletas?

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