Visitar Chicago en primavera, la mejor opción
Chicago es también conocida como «La ciudad del viento» y esto es a causa de los fuertes vientos que suelen azotar sus calles a lo largo del año. Pero el momento en que más sopla es precisamente en primavera, la estación en la que más inestable es el clima a orillas del lago Michigan. Durante los meses de primavera, el viento suele ser constante y alcanzar una velocidad media de 20 km/h.
La temperatura media es bastante agradable durante esos meses. No alcanza las altas temperaturas del verano, que se pueden cifrar en máximas de 40ºC, aunque tampoco son tan extremas como en invierno, cuando bajan hasta los 30ºC bajo cero. En primavera las temperaturas oscilan entre los 12 y los 25 grados, que pueden ofrecer una sensación térmica más baja a causa de las rachas de viento que sufre la ciudad.
En cuanto a precipitaciones, la primavera es una estación bastante inestable, así que es fácil encontrarse con cielos nublados y precipitaciones. La época más húmeda en Chicago es el verano, donde se concentra la mayoría de las lluvias, pero en primavera hay que tener cuidado al salir de casa e ir provisto de paraguas o chubasquero.
A principios de abril comienza a mejorar el tiempo y cuanto más se acerca el verano, más suben las temperaturas y disminuye el riesgo de contar con mal tiempo durante la visita. A partir de la segunda quincena de junio comienza el verano y las temperaturas hacen que sea cada vez más pesado moverse por una ciudad en el que la temperatura puede alcanzar los 35ºC fácilmente, con una humedad muy alta dada su cercanía al lago Michigan.
La primavera es la mejor época para conocer bien una de las ciudades más interesantes de Estados Unidos, con una gran oferta para el turismo urbanita y con la temperatura y la climatología adecuada para disfrutar de todas las atracciones que espera a los visitantes, lejos de las nevadas del invierno y los sofocantes calores del verano.
Foto | Brad Hagan – Flickr
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