Rutas de turismo enológico en Francia para degustar el mejor vino del país
Francia tiene muchas regiones donde el vino es uno de los principales productos, que conforman una increíble oferta gastronómica durante la visita al país.
La ciudad de Burdeos es una de las más visitadas de Francia, por muchos motivos. Uno de ellos es que su riqueza arquitectónica le ha valido ser considerada Patrimonio de la Humanidad en 2007. Una de sus grandes ventajas es que es una ciudad bastante pequeña, así que se puede recorrer a pie con facilidad. Y si se prefiere, cuenta con un transporte público muy eficiente, que ayuda en los desplazamientos urbanos.
Para conocer la ciudad, hay una interesante iniciativa, en la que un guía lleva al viajero a conocer la ciudad en grupos que suelen un tope de unas seis personas. No se trata de un servicio gratuito, como podría dar a entender por su nombre, free tour, pero sí que ofrece la oportunidad de pagar al guía según el grado de satisfacción, al terminar el paseo.
Este recorrido guiado viene muy bien para conocer la ciudad y descubrir los principales monumentos. Pero siempre apetece recordar la ciudad con tranquilidad, sin tener a alguien metiendo prisas. Esta actividad ocupará unas horas, pero hay muchos rincones que visitar durante en que se esté en Burdeos.
La primera jornada, después de hacer el recorrido guiado, si se ha optado por él, es el momento de recorrer las calles del centro de la ciudad tranquilamente. Es el momento de descubrir el Miroir d’Eau, uno de los principales lugares de Burdeos que reúne a miles de visitantes. Es una instalación en una plaza que se cubre de una fina capa de agua, que surge de varias fuentes ubicadas en el suelo. Obviamente, es una atracción para ver mejor en verano, que es cuando puede ser muy agradable.
Le Grosse Cloché, o la Gran Campana, es una de las puertas más conocidas de Burdeos. Se construyó en el siglo XV y entre otras cosas, fue utilizada como prisión. La campana que alberga se llama Armande-Louise y fue colocada en 1775 y tiene un peso de 7.750 kg. Es una gran campana y para evitar daños en la estructura de la puerta medieval, solo se tañe unas pocas veces al año.
De entrada, suena cada primer domingo de cada mes, pero también el 1 de enero; el 8 de mayo (día de la victoria de 1945); el 14 de julio, día de la Fiesta Nacional; el 28 de agosto, celebración de la liberación de Burdeos en 1944 y el 11 de noviembre, día del armisticio de 1914.
El reloj que se puede ver en la estructura data del año 1759 y es obra de Paul Larroque. Este sustituye a uno anterior, datado en 1567, que fue obra de Raymond Sudre.
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