El Museo de Alcantarillado de París, una curiosa e instructiva manera de conocer la Ciudad Luz
Cuando uno piensa en visitar París, quizá las alcantarillas no sean uno de los lugares que se tienen en cuenta para conocer mejor a la ciudad. Pero realmente se trata de una atracción bastante curiosa, que nos muestra un aspecto de la ciudad que cuenta con varios siglos y que resulta ser una visita realmente espectacular. El agua de París provenía en un principio del río Sena, pero las aguas resultantes del consumo humano volvían de nuevo a él, provocando no pocos problemas de salubridad.
París esconde casi 2.000 km de túneles bajo sus callesEn el año 1200 comenzaron a ser conscientes de esto y se comenzaron las obras de construcción de canalizaciones pensadas para transportar estas aguas hasta un arroyo y separar el agua potable, el agua no potable de uso sanitario y el agua ya utilizada. De esta manera se comenzó a construir una red de túneles que conducía el agua de los hogares hasta un lugar donde se podía verter sin riesgo.
En el año 1878 ya se construyó una extensa red de alcantarillas que comprendía más de 600 kilómetros de túneles, con estaciones de bombeo y otras infraestructuras necesarias. A partir de 1914 y hasta el año 1977 se añadieron 1.000 km más de túneles, por lo que la zona subterránea de París es algo realmente espectacular. Hoy, estas canalizaciones se pueden visitar gracias a una ruta turística y recibe el nombre de Musée des Égouts, el Museo del Alcantarillado.
Un recorrido de 500 metros bajo las calles de París
En la visita se recorre alguno de los túneles construidos durante esa época y se puede recorrer conociendo su historia y las anécdotas que han formado parte de la historia de la ciudad, en los que estos túneles han sido protagonistas directos. Entre esas anécdotas se encuentra la inundación que sufrió París en el año 1910, debido a un mal funcionamiento de los túneles de drenaje de agua y cómo Víctor Hugo contó con mucho detalle el complejo mundo que se abría en ese lugar, en su célebre novela Los Miserables.
Los túneles huelen bastante mal y están muy húmedos, ya que su función no ha cambiado mucho con el paso de los siglos. Eso sí, perderse por ellos es una aventura bastante curiosa que convierte la visita a París en algo distinto, misterioso y curioso. Al final del recorrido hay una tienda en la que venden souvenirs relacionados con la visita, como pueden ser ratas de peluche, un recuerdo que está a juego con la curiosidad del lugar.
La entrada al Museo del Alcantarillado se encuentra en el lado Sur del Pont de L’Alma, relativamente cerca a la Torre Eiffel. El precio de la entrada es de 4,30 euros, aunque hay una tarifa reducida de 3,5 euros para jóvenes de 6 a 16 euros. Está abierto todos los días excepto los jueves y viernes, de 11 de la mañana a las 5 de la tarde de mayo a septiembre y de 11 de la mañana a las 4 de la tarde el resto del año.
Foto 1 | Junior Samples – Flickr
Foto 2 | Junior Samples – Flickr
Vía | Paris Info
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