En contacto directo con la naturaleza: Hotel le Carré Rouge

A 55 kilómetros de Dijon y en la meseta de Langres encontramos un punto rojo que destaca sobre la verde campiña francesa. Se trata de un hotel con forma de cuadrado rojo. En teoría es una obra creada para conseguir la unión perfecta con la naturaleza aunque puede que para algunos sea una especie de extravagancia.

Le Carré Rouge (el cuadrado rojo) fue creado con un material muy resistente con un color rojo brillante en el año 1997. Ese es uno de sus lados pero por el otro lado está completamente acristalado. Realmente no es como los típicos hoteles masificados, sino que su capacidad está limitada a seis personas.

Las habitaciones no son las típicas ya que comparten baño y cocina situada en la parte inferior del establecimiento. Ahí se podrá cocinar y pasar el rato en la acogedora sala de estar. Todo el hotel está decorado al más puro estilo minimalista, cuenta exclusivamente con lo necesario. La parte superior acoge las habitaciones que consisten en una estancia con tres camas (futones) alineados frente a las cristaleras para obtener las mejores vistas del Sena.

Con la finalidad de conseguir la máxima unión con la naturaleza el hotel no dispone de agua corriente ni electricidad. Los huéspedes podrán utilizar el agua de una bomba que recoge el agua de lluvia y se alumbrarán con lámparas de aceite y velas. El baño compartido está situado en el exterior en una cabaña de madera. Una experiencia para los más atrevidos que quieran disfrutar de la paz de los prados alejados del mundanal ruido. Pero tranquilos, a setecientos metros hay una población con cafeterías y supermercados por si se echa en falta el contacto con la realidad.

Vía | Hoteles insólitos

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