Las gargantas del río Ardèche y el Pont-d’Arc, naturaleza virgen en Francia

Las gargantas del río Ardèche y el Pont-d’Arc, naturaleza virgen en Francia

Escrito por: Victor Alós    13 julio 2016    2 minutos

Pocos lugares de Europa pueden asegurar que mantienen casi intacto el espíritu natural que les da vida. En la división Langedoc-Rosellón de Francia podemos encontrar el río Ardèche, un afluente del Ródano, que nace en el bosque de Mazan, en el municipio de Astet. Este río ha discurrido por su cauce actual durante varias decenas de millones de años, lo que ha provocado que se abra en la tierra una franja que ahora ocupa en parte el agua.

En esta garganta se pueden ver altos precipicios, antaño cubiertos por la corriente de agua que han dibujado su forma gracias a la continua erosión a lo largo de todo ese tiempo. La imagen es realmente espectacular si se circula junto al cauce del río, gracias a la carretera paisajística de 50 kilómetros que parte desde Saint-Martin de Ardèche y llega hasta Vallon-Pont-d’Arc, que cuenta con varios puntos donde detenerse y obtener unas fantásticas imágenes del discurrir del río.

kayaks-pont-d'arc

Uno de los puntos de esta carretera más fotografiados recibe el nombre de Haute Corniche, desde donde se puede disfrutar de unas vistas realmente fantásticas del río. Pero donde todo el mundo para sin falta y se dispone a disfrutar es en el Pont-d’Arc. Este no es un puente artificial, sino que se ha formado también a causa del efecto del agua, que ha horarado una estrecha franja de piedra que entorpecía el paso del agua, creando un monumental agujero de 65 metros de alto que conforma un puente que pasa por encima del río.

En este punto se pueden realizar excursiones en canoa, algo muy recomendable para todos, ya que el agua discurre muy lenta por este lugar, haciendo que sea muy seguro navegar allí. Hay varios tipos de excursiones, que parten desde la Base Nautique du Pont d’Arc, en la población de Vallon-Pont-d’Arc. La más común recorre alrededor de 21 km, pero también existe la posibilidad de hacer otras excursiones de unos siete kilómetros. Todas las posibilidades permiten pasar bajo el Pont-d’Arc y disfrutar de la experiencia.

Justo al lado del puente natural hay un restaurante, así que se puede hacer un algo y disfrutar de la gastronomía de la zona, tomar varias fotos a uno de los puntos más fotografiados de la Francia más natural y volver con las pilas cargadas hasta el punto de origen de la excursión.

Foto 1 | Klaus – Flickr
Foto 2 | Jean Marc – Flickr
Vía | Wikipedia

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