El famoso Museo Fabre de Montpellier
Descubre la colección de arte francés y europeo en el Museo Fabre, uno de los más impresionantes de Montpellier para disfrutar en vacaciones.
Visitar Montpellier es una buena opción desde España, ya que es una de las 13 ciudades francesas que están unidas nuestro país gracias a una línea ferroviaria. Gracias a esta conexión se puede viajar hasta la ciudad en unas tres horas y media desde Barcelona y en algo menos de siete horas desde Madrid. Una buena idea para hacer una escapada de fin de semana o para establecer la base en esta ciudad y viajar por la zona Este francesa con toda tranquilidad.
Montpellier es una ciudad con mucha historia. Se habla de ella por primera vez en el año 985. Es una población muy unida a la historia de España, ya que es el lugar de nacimiento de Jaime I El Conquistador, rey de Aragón y parte fundamental de la expansión de este reino por el Levante español. Pero Montpellier tiene mucho más que ofrecer a los visitantes y te vamos a contar lo que no debes perderte a la hora de visitar esta ciudad francesa.
Los principales valores turísticos de Montpellier se encuentran en un espacio de 2,5 km de largo y de 1 km de ancho, así que es fácil organizarse para ver la ciudad en uno o dos días y dejar el resto de días para visitar ciudades cercanas. El punto de referencia es, si duda, la Place de la Comédie.
Este es el punto principal de Montpellier y desde donde se puede vertebrar la visita. En esta plaza, donde se reúnen los vecinos y los turistas para disfrutar de sus terrazas, se puede admirar el edificio de la Opéra Comédie. Este data del año 1888 y su fachada es muy similar a la Ópera de París. Frente a este edificio se encuentra uno de los símbolos de Montpellier, la Fuente de las Tres Gracias, datada en 1777.
Un paseo por el casco histórico lleva al visitante hasta la Place Saint Roch, donde se pueden admirar varios murales. El caminante también se encontrará con el arco de triunfo de 1735, que recibe el nombre de Porte du Peyrou. Está a la entrada de la rue Foch, donde se levantan varios palacetes que marcan el estilo de la ciudad.
En el mismo recorrido se puede disfrutar del parque Promenade du Peyrou y tras este, del Aqueduc des Arceaux, también conocido como Acueducto de San Clemente, construido en el año 1754.
La catedral de San Pedro, que data de 1536, está junto a la facultad de medicina más antigua de Europa en funcionamiento, ya que está activa desde 1220, con algún periodo de inactividad y varias refundaciones. Otro de los lugares para visitar es el Jardín Botánico, uno de los más bonitos de Europa y que data de 1593. Por último, podemos hablar del parque zoológico, que es gratuito y que se puede visitar en familia.
Montpellier es una ciudad llena de rincones a descubrir y de un encanto especial. Es conveniente dedicarle un par de días para poder recorrer estos lugares y otros muchos que nos dejamos en el tintero y que se pueden encontrar caminando por sus calles.
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