Oradour-Sur-Glane, un pueblo de Francia marcado por la guerra

Oradour-Sur-Glane, un pueblo de Francia marcado por la guerra

Escrito por: Juan Luis    6 mayo 2019    2 minutos

Uno de los lugares marcados por la Primera Guerra Mundial y donde sucedió una masacre fue Oradour-Sur-Glane, que todavía se mantiene intacto desde entonces.

Existen destinos poco conocidos en Francia, lugares donde ahora no vive nadie pero que en su momento fue por desgracia protagonista. Uno de esos lugares especiales es Oradour-Sur-Glane. Se trata de un pueblo abandonado o pueblo fantasma y que hoy es uno de los recuerdos más macabros de la Segunda Guerra Mundial, un sitio hasta donde llegan muchas personas para conocer de cerca el horror.

Oradour-Sur-Glane era un pueblo tranquilo hasta que en 1944 se detuvo el tiempo, ya que fue el momento en el que fue atacado para combatir la resistencia francesa, matando a más de 600 personas, destruyendo diferentes edificios y todo lo que pudieron ya que los nazis pensaban que los ciudadanos formaban parte de la resistencia y no simples trabajadores.

Se ha convertido en un pueblo que simboliza el lado más macabro de las guerras, un lugar donde se recuerda a cada una de las víctimas de aquella masacre y se pueden ver los letreros en las casas donde se lee el nombre y la profesión que tenía cada uno de los habitantes. Es importante destacar que se creó un pueblo nuevo con la misma denominación pero conservando el antiguo, tal y como se quedó tras el paso del ejército nazi.

Oradour Sur Glane

A lo largo del recorrido se puede ver la iglesia del pueblo en ruinas, muchas casas en las que apenas se conserva parte de los muros de piedra y parte de su estructura, ya que el tiempo pasa factura. De todos modos es una zona que recibe una gran cantidad de visitas para recorrer las ruinas de este pueblo.

Además de conocer el pueblo, es muy recomendable entrar en el Centro de la Memoria, un museo junto al pueblo fantasma en el que se pueden ver objetos destacados y es un homenaje a los asesinados. La visita se puede hacer de 9 a 16 o 18 horas, dependiendo de la época del año, con un precio de 7,8 euros para conocer el interior.

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