«Palacio Ideal», el sueño de un cartero

Todos tenemos un sueño y en este caso Ferdinand Cheval puso todo su empeño en conseguir el suyo: un Palacio Ideal. Este personaje era un simple cartero que un día se topó con una piedra cuya forma le inspiró y le motivó para construir su soñado palacio original. Empezó a recoger piedras durante sus recorridos y poco a poco necesitó la ayuda de una carretilla para transportarlas.

A los ojos de los vecinos Cheval estaba perdiendo la cabeza. Pero nada más alejado de la realidad, Cheval hizo uso de su imaginación y su esfuerzo para empezar a dar forma a su palacio en el año 1824 y durante treinta y tres años estuvo trabajándolo hasta conseguir finalizar sus obras. A primera vista el edificio parece una mezcla sin mucho sentido lleno de elementos decorativos. El cartero utilizó en su construcción imágenes y diseños inspirados en la biblia y la mitología hindú.

Por la originalidad de la obra, la construcción llegó a los oídos de personalidades y artistas que no dudaron en interesarse por ella. El poeta y artista surrealista André Bretón, le dedicó un poema y Picasso llegó a visitar este «sueño loco». En el año 1969 llegó a obtener la consideración de Patrimonio Cultural para asegurar su conservación.

Cheval anunció que cuando muriese quería que le enterrasen en su palacio pero las autoridades se lo negaron. Es por ello que pasó sus últimos años construyéndose un mausoleo similar al palacio en el cementerio municipal. Tardó ocho años en realizarlo y a los dos años de concluirlo murió a la edad de 86 años.

Vía | Wikipedia
Foto | Flickr-Fred_v

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