Recorre con nosotros el París de Amelie Poulain
Hay ciudades a las que el cine pone en la vanguardia, pues no hay mejor arte que éste para convertir a lugares que otrora pasarían desapercibidos en lugares iconicos o incluso de culto. A una ciudad como París no es que precisamente necesite del cine para ser conocida, pero a lo largo de la historia del celuloide ha sido retratada en numerosas ocasiones.
En el año 2001, hace ya casi dos décadas que se dice pronto, recorrimos la capital francesa a través de una película de título larguísimo, «El fabuloso destino de Amélie Poulain». A través de los ojos y la curiosa forma de vivir de la protagonista, una Amelie encarnada por la actriz Audrey Tautou en el que ya será por siempre el papel de su vida, recorremos París y, en especial, el Montmartre.
Esta zona de París es realmente una colina que está coronada por una enorme iglesia, la Basílica del Sagrado Corazón, que obviamente tiene su protagonismo durante la película. Construida entre finales del siglo XIX y principios del XX, para llegar a esta basílica hay que subir una larga escalinata, la cual quedó inmortalizada en el film. Una vez arriba hay una balaustrada ante la que se abren unas preciosas vistas, y una tanda de esos ya antiguos telescopios de monedas, que sin embargo hacen las delicias de todo fan de la película de Jean Pierre Jeunet.
Si bien, el lugar más iconico de la película no es otro que el Café de los Dos Molinos, el bar en el que la protagonista trabaja de camarera y del que ya hablamos en un artículo de bares famosos gracias al cine. El nombre hace referencia a otros dos establecimientos famosos del barrio, el Molino de la Galette y el Moulin Rouge, también protagonista de una película en su momento, y se encuentra en la rue Lepic, una calle en la que han vivido personalidades como el pintor Vincent Van Gogh y que es de las más famosas y animadas de la zona.
Otro establecimiento comercial que sale en la película Amelie es una frutería que se encuentra en la calle Trois Frères, la misma en la que, en el número 56, vivía la protagonista de la película. En la ficción, el establecimiento pertenecía el señor Collignon, pero en la realidad tiene otro nombre: Au Marche de la Butte. Una placa sobre la fachada y varias fotografías de Audrey Tautou y de escenas de la película recuerdan al despistado del sitio en el que anda.
La lista la podemos completar con otros lugares como las escaleras de la parada de metro de parada de metro Lamarck-Coulaincourt, la estación de Abbesses, que merece la pena visitar por sus pinturas murales, el sex shop llamado Palace Video, o calles como Rue San Vicent o Rue des Saules. Y ya, saliendo de Montmarte, el Canal de San Martín, o el conocido Puente de las Artes, éste ya en pleno corazón de París y que veréis sí o sí si vais a visitar el Museo del Louvre o estás por sus alrededores.
Foto 1 | Flickr – Gunnar Wrobel
Foto 2 | Flickr – LW Yang