Mallorca y el turismo enológico, un mundo por descubrir
Mallorca tiene mucho que ofrecer en cuanto a gastronomía y las muchas bodegas de vinos que hay en las tierras mallorquinas ofrecen dos D.O. y tres I.G.
Francia tiene una gran tradición vitivinícola y sus vinos son bastante agradables. Se trata de vinos muy conocidos y es una buena excusa para hacer un viaje hasta el país vecino y seguir alguna de las rutas de turismo enológico donde poder disfrutar de los principales vinos de Francia.
En esta región francesa no solo se pueden encontrar grandes vinos, sino que también es la cuna de uno de los quesos más sabrosos de Francia. El queso camembert es uno de los productos que se pueden encontrar en estas tierras. En Vimoutiers hay un museo dedicado a este queso, por ejemplo. Pero además, hay una gran tradición enológica. En esta zona se puede visitar, por ejemplo, la bodega “Les Arpents du soléil”, cercana al museo del camembert, así que la experiencia gastronómica está asegurada.
No hay una región de Francia que evoque más al vino que esta. De hecho, da nombre a un vino muy popular en todo el mundo. Decenas de pueblos viven del cultivo de la vid y de la producción del vino, asi que no faltan lugares para perderse y conocer bien este producto. También se puede visitar el museo L´Imaginarium, dedicado a la producción de este vino tan emblemático.
El espumoso más popular del mundo se produce en esta región. Desde hace años, el producto elaborado en Champagne es el único que puede utilizar este nombre. Otros productos similares han cambiado su nombre o se comerciliza con otro, como el caso del cava catalán. En Reims se encuentra la bodega que produce el champagne Mumm. Se dice que también de esta zona es el fraile benedictino que fundó la muy conocida marca Dom Perignon.
Otro de los enclaves más importantes relacionados con el mundo del vino. Es una ciudad muy intensa, no solo a nivel turístico sino también por su gastronomía. El vino está presente en la ciudad, pero también alrededor. Por poner un ejemplo, en el pueblo de Saint-Emilion hay una gran cantidad de viñedos y se puede compaginar la visita vitinícola con las maravillas que ofrece un pueblo que es Patrimonio de la Humanidad.
En esta región también se produce un vino de gran calidad. Los pueblos de la región, con sus colinas cubiertas de viñedos, se convierten un destino ideal para disfrutar del enoturismo. La capital de la región de Beaujolais es Beaujeu y desde allí se puede establecer el punto de partida para comenzar una ruta que llevará al visitante por una gran cantidad de pueblos dedicados a la producción del vino y a disfrutar de mermeladas, quesos y embutidos.
Posiblemente, ya se haya pensado en hacer esta ruta, pero seguro que los protagonistas de esa decisión son los castillos que se levantan en ella. No es algo equivocado, ya que estos son el principal reclamo de esta región francesa. Pero no la única. Los viñedos se extienden por toda la región y esto es indicio de una producción muy elevada. Por poner solo dos ejemplos, el castillo de Brissac cuenta con un viñedo que tiene su propia denominación de origen. También está el castillo de Chenonceau tiene un viñedo histórico de 42 hectáreas.
Todos estos lugares tienen una gran tradición en la elaboración de vinos, así que el buen comer está garantizado, porque a un buen vino siempre le acompaña una buena gastronomía.
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