Nantes, la cuna de Julio Verne en la Bretaña francesa
La ciudad de Nantes es una de las más atractivas de la Bretaña francesa, ya que ofrece una experiencia que roza lo mágico, con sus autómatas y otros atractivos,
La vecina Francia tiene muchos más lugares para disfrutar de un gran viaje de vacaciones y ocio. Hay varias regiones que se convierten en destino preferido por muchos viajeros españoles. La Bretaña Francesa es uno de estos lugares donde hay que disfrutar de unos días para conocer todo lo que se ofrece en esta región.
Vamos a hacer un pequeño recorrido por esta región y conocer alguno de los pueblos que se pueden visitar y sus principales argumentos turísticos. Es solo una muestra, ya que hay muchos otros lugares que se pueden descubrir a lo largo de los días de vacaciones, pero sirve para que puedas tomar nota y elegir este destino para las vacaciones.
La ciudad más conocida de la Bretaña Francesa es posiblemente la más visitada. La ciudad ha estado siempre orientada al mar y ha sido base de marineros de los más diverso. Desde pescadores, mercantes e incluso corsarios, así que todo esto ha dejado huella en el ambiente de la ciudad.
Ha sido hogar de varios conocidos marineros, como el descubridor de Canadá, Jacques Cartier, además de otros muchos personajes famosos por sus travesías. Es una ciudad que sufrió un duro castigo durante la II Guerra Mundial, pero ha sido reconstruida tal y como era antes del conflicto, así que mantiene toda su esencia.
Pasear por sus calles es toda una experiencia y permite descubrir una ciudad vibrante y con la vista puesta en el océano.
Esta pequeña población se encuentra en el Este del país y tiene una característica muy especial. Se encuentra en el Parque Natural de Armonique. Esto quiere decir que hay unos bosques atlánticos que permiten disfrutar de varias rutas de senderismo. En una de estas rutas se encuentra la Roche tremblante. Una inmensa roca de 137 toneladas que se balancea cuando se empuja.
Esta roca está asentada en un punto que hace que se mueva ligeramente, aunque es totalmente segura. En estos bosques se puede imaginar que en cualquier momento va a aparecer Merlín o el propio Rey Arturo entre la frondosa vegetación e invitar al caminante a una aventura mágica. El pueblo es pequeño, pero también curioso, con varios molinos de agua que conforman el paisaje compuesto por bosques y riachuelos.
La ciudad de Rennes es otro de los destinos favoritos de los visitantes a la región de la Bretaña Francesa. Esta ciudad fue arrasada por un terrible incendio en el siglo XVIII, aunque fue reconstruida de nuevo. Muchos puntos se salvaron y se puede apreciar el espíritu de la Edad Media.
Esta ciudad puede visitarse haciendo un tour guiado, aunque también se puede visitar sin necesidad de contar con un guía. Una buena ruta por Rennes ha de incluir la visita a la Plaza Saint Michel, donde se levantan varios edificios con la fachada fabricadas con entremado de madera.
En esta ciudad también encontramos el Parlamento de Bretaña y la Ópera de Rennes. Una ciudad para pasearla y descubrir otro lugar de Bretaña para disfrutar de unas vacaciones en Francia.
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