Westerbork, uno de los lugares de la negra historia de la Segunda Guerra Mundial

Escrito por: Xavi    31 julio 2014    2 minutos

La historia más negra y oscura de la Segunda Guerra Mundial, la referida al Holocausto, llenó parte de sus páginas con los sucedido durante ese triste periodo en Holanda. Más de 100 mil judíos y personas de etnias como la gitana fallecieron durante el conflicto, lo que suponía más del 75% de la población judía que vivía por entonces en este país.

La mayoría de estos judíos pasaron antes por Westerbork. Lo que era un centro de internamiento pasó a ser propiedad de los nazis cuando invadieron Holanda en 1941. Westerbork no era un campo de concentración al uso, sino un campo de tránsito, donde concentraban a la población judía antes de que fuera deportada a los ya famosos campos de concentración de Polonia, como por ejemplo Auschwitz.

Situado al este del país, al sur de Assen, visitar este lugar es en parte revivir el horror de aquella convulsa época. Sin embargo, es el mejor homenaje que se le puede hacer a las víctimas, y recordar la historia es una forma de no volver a cometer los mismos errores.

Un Centro Conmemorativo es lo primero que espera a los visitantes que llegan a Westerbork. En dicho centro hay un museo en el que se repasa la historia del campo de tránsito, a través de documentos, imágenes, e incluso objetos de las personas que lo habitaron. Desde este centro al campo de concentración hay un camino de unos tres kilómetros, que se pueden hacer en bicicleta o a pie.

El paseo está lleno de monumentos conmemorativos y de recuerdos a las personas que aquí estuvieron, entre ellas Ana Frank, una de las más famosas víctimas del Holocausto por el diario que escribió. Cubierto ese paseo, a ratos abrumador, se llega definitivamente al campo de tránsito, a lo que queda de él después de que los alemanes lo abandonaran y soldados canadienses liberaran a los últimos prisioneros.

Foto | Wikimedia Commons – Bert Kaufman

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