Carrigaline, la roca de los leones en el Condado de Cork
A veces, las pequeñas cosas son las que más nos pueden mostrar a través de pequeños detalles. Es algo que podemos aplicar, también, a las ciudades de los diferentes países del mundo y, en este caso, a las de Irlanda. Hoy vamos a conocer una pequeña ciudad del condado de Cork que, aunque parezca insignificante, tiene que ofrecer a todo aquel que quiera acercarse a ella. Hoy conoceremos la ciudad de Carrigaline.
Carrigaline (traducida como la roca de los leones) se encuentra localizada a unos doce kilómetros de la ciudad de Cork y cuenta con la peculiaridad de que es una localidad desarrollada a partir de una única calle. Atravesada por el río Owenabue, su población comenzó a tener un crecimiento importante a partir de la década de los setenta, teniendo un papel predominante en el progreso comercial del extrarradio del condado de Cork.
Uno de los productos que representan a la ciudad de Carrigaline es la cerámica. Desde finales de los años veinte, se instauró en la ciudad una fábrica que dio trabajo a cientos de personas y que, a principios de los años ochenta, pasó a manos de capital alemán. Varias tiendas se dedican a la comercialización del mismo, a través de juegos de café, vajillas y otros enseres.
A pesar de su pequeño tamaño, Carrigaline nos ofrece lugares de alojamiento y de ocio que podemos disfrutar. Alojamientos como el Hotel Carrigaline Court (hotel de lujo con unas maravillosas habitaciones), la Casa Glenwood o Chesnut Lodge son lugares con un encanto que será inolvidable cuando los dejemos.
Las actividades de ocio para la familia se reflejan en los tours que se organizan para visitar la zona conocer, en especial, la playa de Rocky Bay Green, que fue galardonado con el premio National Green Coast en el año 2013. Además, la tienda de bicicletas de Robbie, nos asesorará y acompañará en recorridos por la zona en bicicleta, para toda la familia.
Y si ocio y souvenirs puede ofrecernos la localidad de Carrigaline, no menor es su oferta gastronómica. Además de poder saborear los tradiciones platos de Irlanda, existen lugares especiales que no podemos dejar de visitar como la Pastelería Hassett, donde una estupenda selección de ensaladas, sándwiches, pasteles y cafés podrán ser degustados por nuestros paladares.
Como decíamos al principio, no siempre podemos dejarnos engañar por el tamaño de las ciudades para elegir nuestro destino vacacional. Aunque una calle nos marca el recorrido, hemos comprobado que la localidad de Carrigaline también puede encerrar otra parte de la historia de Irlanda. Así es que no lo olviden: Carrigaline, en el condado de Cork.
Vía | wikipedia
Foto | flickr-Gerard Ahern
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