El Barrio Titanic de Belfast, conmemorando la construcción del mito
El nombre del Titanic no ha sido muy bien recordado desde que sufrió su temible accidente en su viaje inaugural. Su hundimiento fue uno de los desastres marítimos más importantes del siglo XX y su recuerdo no solía gustar. Hasta que James Cameron hizo su película y el Titanic se convirtió en un símbolo muy distinto. Posiblemente, fuera este el detonante para que en Belfast, la ciudad donde se construyó el «insumergible» haya construido un museo para honrar la memoria del transatlántico, sus tripulantes y el pasaje.
El Barrio Titánic, o Titanic Quarter, de Belsfast ocupa los antiguos astilleros donde se ensambló el buque y en ese recinto, se ha construido un memorial que incluye un espectacular edificio que acoge varias actividades y exposiciones relacionadas con el barco. Este edificio tiene una altura de seis pisos y cuenta con 14.000 metros cuadrados dedicados a recuperar la grandeza del Titanic.
Después de varias décadas intentando olvidar lo ocurrido con el Titánic, Belfast se siente orgullosa de su labor en la fabricación del barco y los visitantes a este edificio pueden ver varias estancias del mismo, exposiciones acerca de la botadura y otras circunstancias del viaje. Lo curioso del edificio es que está construido de manera que presenta cuatro proas del barco, que alcanzan en altura la que tenía el buque cuando navegaba.
Además, las dependencias de este museo no solo recrean el interior de algunas zonas del Titanic, sino que además acoge eventos privados. Se puede disfrutar de la comida de una boda en un comedor que es una réplica del que se pudo disfrutar en el Titanic. Todo un lujo que es posible disfrutar.
Después de décadas, Belfast recupera la herencia del TitanicEn los alrededores del museo del Titanic se encuentra el antiguo astillero donde se construyó el Titanic y aunque hoy su forma es muy distinta a lo que era en aquel momento, se pueden ver numerosas muestras de respeto hacia la embarcación y los fallecidos en el accidente.
En la zona se pueden ver pequeñas maquetas de los principales barcos construidos en estos astilleros, hechos de manera que parecen juguetes para montar, pero también existe la posibilidad de conocer el SS Nomandic, un barco que se construyó al mismo tiempo y con los mismos materiales que el Titanic, pero de menor tamaño. Se puede ver desde los astilleros, pero para subir hay que pagar una entrada, así que se puede optar por conocerlo solamente por fuera y no costará dinero hacerlo.
Para finalizar la visita, se puede tomar un refresco o un tentempié en cualquiera de las cafeterías de la zona, que han abierto para acompañar las instalaciones de este lugar, que se ha convertido en la manera de rendir homenaje al pasado marinero en general y al Titánic en particular de los vecinos de Belfast.
Foto 1 | Jonathan Mckee – Flickr
Foto 2 | William Murphy – Flickr
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