Barga, un precioso pueblo de la Toscana
En la región de la Toscana hay mucho por ver: Florencia, Siena, Pisa … Así que la mayoría la de gente se centra en conocer lo imprescindible de la zona. Pero si eres de los que te gusta salirte de la tangente y tienes medios para moverte a tu gusto, te propongo una excursión a Barga.
Sobre todo si te ocurre lo mismo que a mí, que te encantan esos lugares pequeños y poco conocidos pero que destilan una belleza especial. Esos lugares en los que todo el mundo se conoce, en los que la gente es muy amable y en los que, de no ser por los coches y demás, uno pensaría que siguen viviendo en otro siglo distinto.
Si compartes este gusto, Barga es un sitio perfecto para ese tipo de escapadas. Se encuentra dentro de la provincia de Lucca, sobre una colina en una zona conocida como el Valle de Serchio, a algo menos de dos horas de camino, en coche, desde Florencia, pasando por Montecatini Terme, la ciudad más grande a su alrededor.
A pesar de que tiene reconocimiento de ciudad, Barga se considera aún como un pueblo, pero qué pueblo, de los más bonitos del país. Merece la pena, desde que uno se adentra en la ciudad a través de una de las puertas de la muralla, perderse entre sus calles hasta llegar a la Catedral, desde donde se domina todo por la altura a la que está. La ciudad esconde otras iglesias y palacios que nos dan buena cuenta de que tuvo un pasado importante.
Como curiosidad, a Barga se le conoce como la «ciudad escocesa» de Italia. Esto es porque a este país de Gran Bretaña inmigraron muchos italianos de la región y, hoy en día, los descendientes de aquellos vienen de visita a conocer sus orígenes y no es raro encontrarte escoceses de turismo.
Foto | Flickr – Barney Moss
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