Visitar Florencia en otoño: la Piazza del Duomo
Esta espectacular plaza acoge varios edificios históricos de la ciudad, entre los que destaca la Catedral, pero que está acompañada de otros muy interesantes.
Con el fin del invierno y la llegada de la primavera, llega el buen tiempo y aunque esta puede ser algo lluviosa la luz del sol lo ilumina todo durante más tiempo y las temperaturas son mucho más agradables. Un lugar que puede resulta ideal para visitar durante la primavera es la Toscana italiana. Una región que se viste de colores vivos y vibrantes durante la primavera y la floración.
Hay muchos motivos para visitar la Toscana durante la primavera, así que te vamos a dar solo cinco de ellos, que podrán convencerte de que es una gran idea acercarte hasta Italia y disfrutar de la hospitalidad de la zona.
Sí, parece de cajón, pero en realidad la primavera convierte la región de la Toscana en un vergel donde la naturaleza despierta y ofrece sus colores, sus olores y despierta los sentidos. Una de las visitas que hay que realizar en la Toscana durante la primavera es La Val d’Orcia, un valle en el que se pueden conocer muchos pequeños pueblos que mantienen la esencia de esta región italiana.
Además, hay decenas de actividades que pueden complementar ese viaje. Desde viajes en globo para admirar la región desde el aire hasta disfrutar de la rica y variada gastronomía de los muchos restaurantes típicos de la Toscana, pasando por un baño en las aguas termales al aire libre.
El clima es muy benigno y aunque te puedes encontrar lluvia en determinados momentos, la temperatura entre los meses de marzo hasta junio se sitúan entre los 14 y los 27ºC, así que ni hace frío ni se sufre el calor de julio y agosto.
En primavera se pueden encontrar alojamientos muy variados y a buen precio. Siempre, claro, que el viaje no coincida con la Semana Santa. En este periodo vacacional es posible que los precios suban de manera considerable. El resto de la primavera se pueden encontrar alojamientos como B&B y pequeños establecimientos rurales con pocas habitaciones y enclaves que invitan a disfrutar de la región.
Lo mejor de estos establecimientos es la cercanía y el buen trato que ofrecen a los huéspedes, así que pueden resultar más interesantes que los hoteles más comerciales e impersonales. Aún así, estos también tienen ofertas interesantes y suelen de ser de mucha calidad.
En verano es cuando más gente suele viajar y la Toscana es uno de los destinos más solicitados de Europa. Pero en primavera no hay tanta gente y eso es ideal para realizar visitas a los pueblos y las ciudades más conocidas de la Toscana. Y hay que recordar que en esta región se puede encontrar Florencia, una de las ciudades más bellas de Europa y, posiblemente, del mundo.
Durante la primavera no hay tantos turistas como en verano y se pueden visitar los museos y galerías más interesantes de la ciudad sin agobios ni prisas. Una excelente idea para sentir la belleza que esconde la ciudad en cada rincón. Y no solo Florencia, sino también muchas otras poblaciones que se encuentran en la Toscana y que convertirán este viaje en algo para no olvidar.
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