El Castillo Aragonés de Ischia, una fortaleza casi inexpugnable
Como todas las islas que forman parte del Archipiélago Partenopeo, esas que están frente a la ciudad de Nápoles, la Isla de Ischia, o Isquia en castellano, es una auténtica maravilla. Playas, paisajes fabulosos, aguas termales …
Ahora, vamos a conocer uno de los principales lugares para visitar en esta preciosa isla mediterránea. Es el Castillo Aragonés, una fastuosa construcción que se encuentra en un pequeño islote al este de la isla de Ischia, unidos ambos archipiélagos por un puente de unos 200 metros de longitud conocido como el Ischia Ponte.
El islote, con una superficie superior a los 50 mil metros cuadrados, tuvo otros edificios semejantes mucho tiempo antes de que empezara a construirse este castillo. Así, ya los antiguos griegos erigieron una fortaleza que, en los siglos siguientes, se iría reformando. Así, hasta el siglo XV, cuando comienza a erigirse el actual.
Quien dio la orden de levantar esta fortaleza fue el rey Alfonso de Aragón, de ahí el nombre de Aragonés, que tenía la intención de levantar una fortaleza semejante al Castillo Nuevo de Nápoles. Su fisonomía, sin embargo, ha cambiado bastante de lo que vendría a ser el castillo original, después de que fuera asaltado por los ingleses a principios del siglo XIX, y reconstruido no ya como castillo sino como cárcel.
Por su gran valor histórico y cultural, merece mucho la pena acercarse y conocer el Castillo Aragonés y las diferentes partes que lo componen, como sus iglesias, conventos, etcétera … además de las vistas que se disfrutan desde sus puntos más altos, por encima de los 100 metros. Una joyita que se puede visitar entre los meses de abril y octubre, coincidiendo con la temporada alta en la isla de Ischia.
Foto | Flickr – Jeff Kerwin
Comentarios cerrados