El Harry’s Bar de Venecia, uno de los bares más famosos del mundo
Un filete de carne o de pescado crida, aceite de oliva, unas gotitas de limón y unas virutas de queso. De esta forma tan sencilla y sin ningún aditivo más se prepara un carpaccio, un plato exquisito si se utilizan ingredientes de primera calidad.
Como habrás podido deducir por el nombre, el carpaccio es un plato de origen italiano, cuyo nombre además deriva del de un pintor de este país. Su origen se encuentra en la ciudad de Venecia y, para concretar más, en un punto en particular, en Harry’s Bar.
En este bar veneciano de la Calle Vallaresso dicen que se inventó este popular plato, idea del hombre que abrió el bar: Giuseppe Cipriani. La historia de como este ciudadano veronés abrió este bar da casi para un libro, y es bastante curiosa. Trabajando de barman en un hotel, le prestó un dinero a un ciudadano americano llamado Harry. Cuando había perdido toda esperanza de recuperar ese dinero, Harry apareció, lo devolvió con intereses y además le propuso el abrir un bar, un buen bar, algo que este chico de Boston echaba de menos en toda Venecia.
Dos cosas sorprenden al turista que se acerca al Harry’s Bar, la primera, que es bastante pequeño, y la segunda, su sobriedad. Cabría pensar que en la opulenta Venecia un bar tan famoso y que ha tenido una clientela de enorme lustre sería un bar excesivamente arrogante, pero nada de eso. El Harry’s Bar destila elegancia, pero desde la más absoluta sencillez.
Todavía en manos de la familia Cipriani, no sólo presumen de la invención del Carpaccio, sino también de algunos cócteles. El más famoso es el Bellini, otra invención de Giuseppe Cipriani que lleva melocotón y el espumoso italiano por excelencia, el prosecco.
Web oficial | Harry’s Bar Venezia
Foto | Flickr – Ole Husby
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