El limoncello, un licor típico de Italia

La costa amalfitana es una belleza. Dicen que es uno de los lugares más soleados de toda Italia, y además es una tierra fértil para los cultivos, especialmente para los cítricos como el limón.

Y de limones va la cosa hoy porque, si bien el turismo es la principal fuente de ingresos de la región, todavía hay gente que vive por esos lares del cultivo y venta del limón, o también de la producción de uno de los licores italianos que mejor se han exportado: el limoncello. Y es que, el que no se haya tomado un chupito de este brebaje, que levante la mano.

El origen de este licor italiano tan popular se sitúa en esta parte de la Campania. Si bien, ha tres ciudades que se disputan el honor de ser los primeros inventores del limoncello: Sorrento, Amalfi y la isla de Capri. Sea cual sea, lo que sí está claro es que los primeros consumidores de limoncello fueron los marineros, que encontraron en este rico licor un buena forma de darle vitamina C al cuerpo, necesaria para evitar el escorbuto.

Visitar esta región de Italia casi obliga a tener que disfrutar de una copita de limoncello tras una copiosa comida, pues es un buen digestivo. O ya puestos, probar las otras variedades que hay de licores elaborados con frutas, como el arancello, que se hace con naranja.

De todos modos, hoy se puede disfrutar de este producto típico italiano en todo el mundo. Incluso, no es muy complicado de elaborarse en nuestra propia cocina, aunque la esencia no sea la misma ni los limones sean los de la región amalfitana, que son los únicos con los que se permite elaborar esta joyita en forma de licor.

Foto | Flickr – Jason McArthur

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