El pequeño metro de Roma, sus líneas, sus precios y sus horarios

Exagerando un poco, en Roma doblas una esquina y te encuentras con un monumento. Del mismo modo, en Roma excavas un agujero y te encuentras con un resto arqueológico, así que comprenderán los difícil y complicado que resulta el realizar obras en el subsuelo y construcciones como la de un metro.

A pesar de eso, Roma cuenta con este popular medio de transporte. Eso sí, es uno de los más pequeños de Europa y si lo comparamos con los de otras grandes capitales europeas como París o Moscú, resulta hasta casi ridículo. Apenas cuenta con tres líneas que cubren un total de 55 kilómetros, aproximadamente, y algunas paradas y vehículos no están a la altura de que una ciudad con este nombre debería mostrar.

La Línea A (color naranja) es la más antigua y la más útil para nosotros los visitantes, pues tiene paradas cerca del Vaticano y la Basílica de San Pedro, cerca de la Fontana de Trevi o de las plazas de España y del Popolo. La Línea B (color azul) se inauguró en los 90 y es muy buena para parar cerca del Coliseo y acercarse a toda esa zona. Y la Línea C (color verde) se inauguró a finales de 2014. La cuarta, la Línea D, está en proceso.

Luego existen tres líneas suburbanas que unen Roma con localidades del exterior, finalizando una en Viterbo, la otra en Pantano y la otra en la zona costera de Ostia Lido. Algunas de ellas tienen paradas en común con las del metro, y aunque no sean metro propiamente dicha, las mencionamos para las que tengáis en cuenta de cara a alguna excursión y porque las gestiona la misma compañía y se pueden convalidar billetes en algunos casos.

Bien, el metro de Roma funciona desde las 5:30 horas de la mañana hasta las 11:30 horas de la noche, y una hora más de regalo los sábados. El billete para un viaje vale 1’50 euros y merece la pena pagar el coste, porque suele haber bastantes controladores entre la aglomeración en busca de despistados para clavarles una buena multa. Si vas a moverte mucho, el billete diario de 6 euros es tu mejor opción, pues sirve para bus, tranvías y tren también.

Sobre actuar en el metro, no creo que haga falta mucho que decir. Los carteristas y los tironistas pululan también por el subsuelo romano, así que hay que estar un poco ojo avizor y tener las pertenencias a buen recaudo, especialmente a la hora de entrar o salir en el vagón, pues los ladrones aprovechan esas situaciones.

Foto | Flickr – Daniele

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