Florencia y el Síndrome de Stendhal

Cuando uno viaja al extranjero, especialmente a un país exótico, tiene que buscar información sobre qué vacunas tiene que ponerse para evitar contraer una enfermedad y así amargarse las vacaciones. Pero hay una enfermedad, que se puede dar entre turistas, y para la que no hay protección ninguna: el síndrome de Stendhal.

El escritor francés Henri Bayle, más conocido como Stendhal, se encontraba de viaje por Italia a principios del siglo XIX, concretamente en el año 1817. En una de sus visitas turísticas por Florencia comenzó a sentir unos extraños síntomas, como que se le aceleraba el pulso o sentía vértigos y mares pocos habituales, y no encontraba explicación para esos males.

Pero la explicación la tenía delante de sus propios ojos: era la Basílica de la Santa Cruz. Una iglesia muy sobrecargada de obras de arte, muy decorada, llena de tumbas de lápidas de mármol … Ante tal representación artística, ante tanta exuberante belleza, el bueno de Stendhal comenzó a sentirse mal y presentó los síntomas de esa enfermedad psicosomática que se denomina Síndrome de Stendhal o Síndrome de Florencia.

El escritor recogió esta anécdota en el libro que escribió de sus viajes por Nápoles y Florencia, pero no fue hasta mucho tiempo después, en 1979, cuando una psiquiatra italiana recogió definitivamente el cuadro clínica que presenta esta enfermedad. Y fue precisamente porque, a lo largo de todo ese tiempo, los desmayos, mareos y vértigos se repetían entre los turistas que visitaban esta ciudad italiana.

Curioso este fenómeno del Síndrome de Stendhal y curioso cuanto menos que sea en Florencia un lugar habitual en el que se da. Los que habéis tenido la oportunidad de visitarla, ¿os embargó hasta tal punto la belleza florentina?

Foto | Flickr – Francesco Gasparetti

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