La Plaza de la Señoría, en Florencia
El centro de la vida política y social de Florencia ha sido desde tiempos inmemoriales la Plaza de la Señoría. A partir de los siglos XIII – XIV comenzó a fraguarse el aspecto actual de la misma, convirtiéndose poco a poco en uno de las plazas más bonitas del mundo.
El Palazzo Vecchio (Palacio Viejo) es el edificio más característico de la ciudad. Construido en el siglo XIV, fue la sede del gobierno de la ciudad y su diseño, obra de Arnolfo di Cambio, fue seguido luego a lo largo de los siglos por otros muchos arquitectos y constructores a la hora de levantar otros palacios en la región de la Toscana.
Frente al palacio se alinean una serie de estatuas en mármol y en bronce. La más famosa es la réplica exacta del David de Miguel Ángel en la misma ubicación donde estuvo la original. Otras estatuas que hay son el Marzocco y la Giuditta, ambas réplicas también de las obras de Donatello, un Hércules hecho por Bandinelli o la estatua de Cosme I, el primer Gran Duque de la Toscana.
En una esquina encontramos la Fuente de Neptuno, una gran obra en mármol de Ammannati, inspirada precisamente en la figura de Cosme I, de quien toma los rasgos faciales la imagen de Neptuno. Curiosamente, ha sido siempre una estatua poco apreciada por los florentinos, por estar hecha de mármol blanco de Carrara.
Otros palacios en esta plaza son el Palacio de Ugucioni, del siglo XVI, o el Palacio de las Aseguraciones, de finales del XIX. Y no nos podemos olvidar de mencionar la Logia de Lanzi, un pórtico que ahora es conocido por las estatuas que alberga.