Verdi, uno de los grandes compositores de todos los tiempos
Buena parte de las grandes óperas que se escribieron durante el siglo XIX tienen la firma de Giuseppe Verdi. Nabucco, Macbeth, Rigoletto, La Traviata, Aida, Otello … Hablar de Verdi es hablar de uno de los más grandes compositores de toda la historia y de uno de los grandes iconos de Italia, un país que amó a Verdi casi como a ningún otro personaje ha amado.
Ahora, vamos a hacer un pequeño recorrido turístico por el legado de Verdi, y para ello nos acercamos primero a una localidad llamada Le Roncole. En esta pequeña villa nació Verdi y aquí vivió sus primeros años, y curiosamente por entonces aquel lugar era territorio francés. La Casa Natal del Maestro, lugar de su nacimiento, es monumento nacional y lugar de visita obligada para los amantes del compositor.
La siguiente ciudad en la vida de Verdi es Busseto, en la provincia de Parma y a tan sólo 3 kilómetros de su localidad natal. Aquí es donde empezó a fraguarse el genio de la música en el que se iba a convertir. La plaza principal lleva el nombre de Verdi así como el pequeño pero hermosísimo Teatro, uno de los muchos que hay a lo largo de toda Italia con esta denominacion y que Verdi nunca visitó. No nos olvidamos del Museo Nacional de Verdi, situado en la Villa Pallavicino.
A las afueras de Busseto se encuentra Santa Agata, donde se localiza Villa Verdi. La finca, que en principio iba a ser para sus padres, se convertía en la residencia habitual del compositor desde 1848 hasta el fin de sus días. Los herederos de Verdi hoy día abren esta finca a las visitas turísticas, permitiendo conocer el dormitorio de Verdi, su estudio, su piano y otros muchos objetos personales y recuerdos que allí quedaron.
Por último, hablar de Verdi y de ópera es hablar de Milán. Sus últimas grandes obras se estrenaron en La Scala, un teatro que es imprescindible de conocer por lo que representa para la cultura a nivel mundial. Si no se puede disfrutar de una obra, en su defecto hay que visitar el Museo Teatrale alla Scala, que nos muestra la historia del teatro y nos ofrece una visita guiada por el interior del mismo.
La muerte sorprendió a Verdi en Milán, en un hotel en el que se alojaba, muy cercano al famoso teatro. Se trata del Grand Hotel, que conserva todavía impoluta la última habitación en la que se alojó. Sus restos descansan en la Casa de Retiro para Músicos, un hogar que creó el propio Verdi para acoger a aquellos músicas que caían en la pobreza, y que finalmente aguarda esa cripta en la que reza que fue «llorado y amado por todos», la señal definitiva de lo que significó y todavía significa Verdi para este país.
Comentarios cerrados