El Monte Fuji, lugar sagrado para los japoneses

El Monte Fuji, lugar sagrado para los japoneses

Escrito por: Xavi    22 septiembre 2016    2 minutos

El Monte Fuji es la montaña más alta de Japón, con 3776 metros, pero para los japoneses es algo más que un simple volcán. Dormido desde su última erupción en el siglo XVIII, aunque todavía activo y con previsión de erupciones en un futuro no muy lejano, el Monte Fuji es un lugar sagrado para los japoneses, el hogar de las divinidades de la naturaleza.

Todo japonés debe, al menos una vez en la vida, llegar hasta la cima del Monte Fuji. Una tradición que se ha convertido en un evento de nivel mundial, al punto de que en los buses hasta el Monte Fuji y en las rutas para llegar a la cima son mayoría los turistas en lugar de los japoneses, en una excursión que está bastante masificada, ya que la cima sólo es accesible durante los meses de julio y agosto.

La mayoría de los turistas lo que hacen es salir desde Tokyo en tren hasta Otsuki, y luego tomar otro tren hasta la estación de Kawaguchiko. Allí se encontrarán el Lago Kawaguchiko, el más famoso de los cinco lagos que forman la región de los Cinco Lagos (valga la redundancia), pues es en las aguas de éste donde se refleja perfectamente el Monte Fuji, como si de un espejo se tratase.

Alcanzar la cima del Fuji es algo que todo japonés anhela hacer

Los dos trayectos en tren suponen algo más de dos horas. A eso, hay que sumarle otra hora más aproximadamente de camino en autobús para llegar hasta la quinta estación de Kawaguchiko, ya a más de dos mil metros de altitud sobre el nivel del mar. Ya desde ahí hay que hacer el resto del camino a pie, un trayecto que puede llevar algo más de cinco horas, por un camino plagado de refugios de montaña, por si es necesario descansar.

Hay varios caminos más para alcanzar la cima del Monte Fuji. Por ejemplo, cabría destacar el camino desde la quinta estación de Gotemba, que se ha vuelto muy popular entre los japoneses ya que fue el camino que eligió, años atrás, el emperador para realizar su camino hasta la cima. O bien hacer una parada antes en la ciudad de Fuji-Yoshida y realizar una visita al santuario que hay dedicado a las divinidades que moran el Monte Fuji.

La ascensión no resulta muy dura y la hacen todo tipo de personas, incluso niños o ancianos. Lo único que hay que estar es preparada para caminar durante horas, en las condiciones especiales que tiene el estar a tanta altura y soportando temperaturas bajas pese a ser verano. Y disfrutar de la salida del sol desde el símbolo del país del sol naciente.

Foto 1 | Flickr – TravelBusy
Foto 2 | Flickr – Lucius Kwok

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