Descubre Japón a tu ritmo… ¡es un viaje diferente!
Japón es un destino muy querido por viajeros de todo el mundo, así que es posible que hayas pensado en ir. Si lo haces, piensa en disfrutar con calma del viaje.
Uno de los rincones menos conocidos de Japón, pero al mismo tiempo, de los más increíbles, son las islas Oki. Este archipiélago está en el mar de Japón tiene una gran tradición cultural y gastronómica, pero también hay bastante flora y fauna local. Está considerado como Geoparque Mundial por la UNESCO desde el año 2013. Tiene alrededor de 200 islas, aunque solo cuatro de ellas están habitadas. Visitar estas islas permite descubrir un modo de vida muy tradicional, así que es muy agradable de visitar.
La mayor de las islas Oki tiene un perímetro de alrededor de 100 kilómetros. Se trata de Dogo, una isla que cuenta las célebres cascadas de Dangyo, en las que se purifcan los luchadores de sumo antes de la competición. La que tiene más caudal es la cascada Medaki y la otra famosa es Odaki. En Dogo se pueden encontrar la costa de Jodogaura, la península Shirashima y la Roca de la Vela. Este monolito volcánico se eleva 20 metros sobre el mar y es una de las atracciones de la isla.
La segunda isla más habitada del archipiélago es Nishinoshim y cuenta con 3.000 habitantes. El santuario sintoista de Takuhi-jinja, que antes era un templo budista y se encuentra en una cueva en una ladera del monte Takuhi es uno de los atractivos de esta isla. También se puede visitar el santuario de Yurahima, que se encuentra a orillas de la bahía y donde, según una leyenda local, el día 29 de noviembre de cada año vuelven los dioses. Además, en los templos y santuarios de Nishinoshim se puede disfrutar de la danza popular kagura, una antiguia ceremonia teatral japonesa en honor a los dioses.
En la isla de Nakanoshima se encuentran los acantilados rojizos de Akiya, un espectáculo natural que ofrece una imagen impactante al viajero. El cabo Kirogasaki es uno de esos lugares que hay que visitar para llevarse un recuerdo imborrable de estas islas.
La cuarta isla habitada es Chiburi-jima y allí se encuentranlos perros mapache, los tanuki. Esta es la única isla donde viven y hay más de estos animales que personas viviendo allí.
En las playas que se encuentran en estas islas se puede nadar y bucear en aguas cristalinas. En muchas de estas playas se ofrecen clases de buceo y se alquila el equipamiento para disfrutar de esta y otras actividades acuáticas. La costa es muy escarpada y hay muchas rutas de senderismo que permiten llevarse unas vistas impactantes.
El acantilado de Matengai, que alcanza los 257 metros sobre el nivel del mar, es el mejor lugar que visitar en la costa de Kuniga. También hay que guardar tiempo para ver la puesta de sol desde la costa de Jodogaura.
Una opción más complicada es la ruta por el monte Daimanji, que se eleva a más de 600 metros de altura sobre el nivel del mar. Hay varios senderos que se adentran en formaciones rocosas, y alguno de ellos llega hasta un santuario en el que todavía se veneran las antiguas deidades del bosque. También se puede ir caminando hasta la cima del monte Takuhi, a 450 metros sobre el nivel del mar, desde donde se consiguen unas grandes vistas de las aguas azules que rodean la isla, e incluso el resto de islas del archipiélago.
Quienes busquen una actividad de mayor dificultad, pueden hacer senderismo en el monte Daimanji, de más de 600 metros de altura sobre el nivel del mar. Esta montaña alberga muchos senderos que atraviesan diferentes formaciones rocosas hasta un misterioso santuario donde aún se veneran a las antiguas deidades del bosque. Otra alternativa es caminar hasta la cima del monte Takuhi, que se encuentra a 450 metros de altura y desde allí se pueden divisar las aguas azules que la rodean y las islas vecinas.
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