Lo más destacado de Vilna, capital de Lituania
Dar un paseo por la capital de Lituania se puede convertir en un gran plan de cara a pasar unas vacaciones por Europa. Vilna es una ciudad muy interesante, que ofrece una gran variedad de atractivos para todos los gustos y que permite a los viajeros adentrarse en un destino que les suele sorprender gratamente.
Uno de los lugares más importantes para poder conocer en primer lugar es su Casco Antiguo, que ofrece un recorrido interesante. Se pueden contemplar los edificios más antiguos, hacer un recorrido en bicicleta y disfrutar de la tranquilidad de esta zona de la capital de Lituania que tanto gusta.
Lugares para conocer en Vilna
Dentro del casco antiguo nos encontramos con la Puerta del Alba, que tiene una gran importancia porque es la única que se conserva en perfecto estado de toda esta zona. Por otro lado destacar que se encuentra sobre ella la Capilla de la Bienaventurada Virgen María, que tiene una importancia para católicos y ortodoxos.
La gran variedad de iglesias es importante y destacar algunas como la Iglesia Ortodoxa del Espíritu Santo, en cuyo interior descansan los restos de San Antonio, San Eustaquio y San Iván. Por otro lado es importante destacar la Iglesia ortodoxa de Pareskeva, cuyo hecho relevante es que Pedro el Grande bautizó a un esclavo que luego se convirtió en el General Mayor Abram Petrovich.
En Vilna tenemos edificios de otras religiones y un buen ejemplo de ello es la Sinagoga Coral. Esta bonita sinagoga se encuentra en el barrio judío ya que antes de la Segunda Guerra Mundial la población judía era bastante abundante en la capital de Lituania y tenía una gran importancia a nivel cultural.
Posiblemente uno de los edificios más emblemáticos sea la Catedral de Vilnius, cuya arquitectura es bastante popular y no pasa desapercibida por parte de los turistas. La bonita fachada es espectacular pero también merece la pena destacar su interior, conocer las estatuas, la capilla de San Casimiro.
A nivel cultural es importante tener presente el Museo del Holocausto, donde podemos ver dentro de una casa de madera tradicional todo el pasado oscuro de Lituania. Sin duda es el mejor recuerdo que se puede hacer a los judíos que perdieron la vida durante el siglo XX.
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