Los hoteles apuestan por la seguridad para las vacaciones de verano de 2021
Tras un 2020 que lo ha puesto especialmente complicado para el sector hotelero y el turismo, se acerca la campaña veraniega de 2021, la primera enmarcada dentro del programa de vacunaciones del país y la primera que vuelve a recuperar la esperanza tras un año negro para el sector. Los hoteles ya se están preparando para los meses de junio, julio, agosto e incluso septiembre, y lo hacen mirando principalmente a la seguridad de sus clientes.
Grandes inversiones en material y equipamiento para reforzar el cumplimiento de las medidas de higiene, seguridad y distanciamiento. Nuevos protocolos, nuevos equipos y un sinfín de soluciones que miran de lleno a este nuevo panorama que estamos viviendo tras un año de pandemia. Tanto pequeños como grandes y medianos hoteles se han «puesto las pilas» para estar listos y, desde luego, no han escatimado.
¿Cómo se preparan los hoteles para las vacaciones veraniegas de 2021?
Si algo ha quedado claro en estos últimos meses es que la seguridad y la higiene son vitales para el bienestar de las personas, y más cuando hay un temor constante a los contagios. Aunque es cierto que la propagación de la pandemia es cada vez menor en nuestro territorio gracias a las vacunas, los hoteles no van a dar ni un paso atrás en sus medidas de protección. Máxime, cuando son lugares en los que se concentran personas de todas partes del mundo.
Precisamente por eso han doblado su apuesta en la adecuación de espacios, el estudio de aforos, las medidas de control e incluso reforzado los sistemas de seguridad de habitaciones e instalaciones. Muchos establecimientos de hostelería han tenido que hacer importantes inversiones económicas para poder instalar cerraduras electrónicas sin contacto o incluso renovar las que ya tenían. Han modernizado estos sistemas para reducir las superficies a tocar por los clientes, pero también para garantizar comodidad y seguridad para los mismos.
Pero eso es tan solo la punta de todo un iceberg de medidas y cambios. Tanto para viajeros como para profesionales, vamos a ahondar en todos los cambios que ya se están dando. Porque la temporada alta está a la vuelta de la esquina, los aeropuertos poco a poco van abriéndose a más destinos y el sector del turismo quiere volver a pisar con fuerza. Se avecina un verano que aspira al retorno de las vacaciones tal y como las conocemos, pero, al mismo tiempo, más distintas que nunca.
Cambios en instalaciones y procedimientos
Un gran despliegue de medidas y de nuevos elementos, así es como mejor se puede definir el enfoque de los hoteles para esta nueva temporada. Uno de los primeros cambios se está dando en las recepciones, con los establecimientos diseñando un sistema de check-in sin contacto en el que los huéspedes que se vayan a hospedar pueden acceder a la habitación sin necesidad de entrar en contacto directo con el recepcionista. Por medio de apps o soluciones digitales, o incluso con lectura de códigos QR, se consigue incluso la aceleración de este tipo de trámites.
Dejando a un lado las cerraduras electrónicas ya mencionadas, que o bien se han terminado de implantar o incluso se han reemplazado por unas más nuevas, los negocios han hecho también una importante inversión en equipamiento hotelero. Desde la compra de más y más modernos carros de limpieza, hasta el aumento de dispensadores de geles hidroalcohólicos para su ubicación en puntos clave. Sin duda, estas han sido dos de las mayores inversiones de los hoteleros de cara a este año.
Aunque también entran en juego los limpiadores de aire y los ozonizadores. Estos últimos, todavía bajo estudio por su eficacia real a la hora de desinfectar entornos y eliminar rastro de virus, han sido las grandes estrellas ya no solo en hoteles, sino también en todo tipo de tiendas y negocios en los que el trato al público es una constante a diario.
Huelga decir que, junto a todo esto, se están instaurando sistemas de control de aforo que seguirán vigentes hasta que las autoridades determinen que los límites deben cambiarse. Algunos hoteles han optado por establecer diferentes franjas horarias para el uso de sus instalaciones, mientras que otros se han decantado por llevar un control manual de totales de personas, o incluso instalar contadores para hacer un seguimiento más riguroso.
En busca de unas vacaciones más seguras y más disfrutables
Todas estas nuevas medidas ya en marcha miran por completo en dirección al negocio y, por supuesto, a los clientes. Muchas vacaciones quedaron completamente anuladas el pasado 2020 por razones más que obvias, con lo que eso supuso ya no solo para la calidad de vida de muchas personas, sino también para el volumen de negocio de un sector que quedó gravemente herido debido a todo esto.
Afortunadamente, el tiempo, el mayor conocimiento y control de la pandemia y, por supuesto, la preparación, están permitiendo a las cadenas hoteleras estar más que listas para una campaña de verano que promete ser bastante fuerte. Siempre con responsabilidad, y garantizando la seguridad de los consumidores, los hoteles han hecho las mayores inversiones posibles tanto en equipo como en formación para poder ofrecer algo a la altura de las exigencias del público y, al mismo tiempo, acorde a la situación que se está viviendo.
Porque, aunque la situación esté mejorando, el riesgo sigue latente. Y esto, de un modo u otro, obliga a enfocarlo todo con una perspectiva más cuidadosa y algo más conservadora. Los profesionales se han volcado y se siguen volcando con ello, buscando nuevas soluciones, nuevas herramientas y más formas de garantizar seguridad a la vez que dan comodidad a los clientes.
Puede que este año las vacaciones no sean como en otros, pero todo forma parte de una transición hacia la normalidad, que llegará a asentarse por completo tarde o temprano. Desde las cerraduras hasta los ozonizadores, todo el despliegue de nuevas instalaciones y mecanismos de este ámbito mira en la misma dirección, y no es en otra más que intentar hacer que este verano sea tan disfrutable como el que más.
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