Estudiar en Malta, la mejor manera de conocer un país que te sorprenderá
Estudiar inglés en el extranjero es una de las posibilidades que se tienen al alcance para no solo avanzar en el aprendizaje del idioma. Además se convierte en un modo muy interesante de conocer un país. Esta es una manera más que recomendable para conocer otras culturas, otros lugares muy distintos a España, de una manera más activa y mezclándose con los naturales de ese país. Es mucho mejor que hacer un breve viaje y visitar las zonas turísticas masificadas.
Una de las opciones que encontramos en servicios de intercambio de estudiantes, como el que propone EF, por ejemplo, es Malta. En este destino se puede disfrutar del aprendizaje del inglés, en un lugar diferente a los más conocidos, como Reino Unido, Irlanda o Estados Unidos. Estos están muy bien, pero se puede considerar más interesante, diferente y con una oferta de ocio y turística increíble.
Malta, un lugar increíble para descubrir
El principal destino de Malta es, lógicamente, La Valeta. Se trata de una ciudad tradicional, pero muy cosmopolita. La ubicación de Malta, en pleno Mediterráneo, hace que históricamente se haya convertido en lugar de escala de navegantes de muchos países. Su riqueza cultural es innegable y actualmente recibe a muchos turistas de decenas de países.
La Valeta es una ciudad que atesora muchos edificios de épocas anteriores. Sus fortificaciones, las murallas y las calles que trasladan al viajero a otras épocas son un interesante reclamo para olvidarse de las preocupaciones y callejear. Decenas de jardines acogen a los visitantes y las terrazas de sus cafés permiten sumergirse en la ciudad.
Hay muchos lugares que visitar, pero seguro que esas visitas se hacen con personas que viven en la ciudad, se obtiene una visión diferente y más atractiva. Es la ventaja de no ir a pasar unos días, sino que se vive en el país y se convive con sus habitantes. Su pequeño tamaño hace que sea una ciudad para pasear y olvidarse del coche, lo que acentúa su interés.
Pero Malta es mucho más que una ciudad. El resto de la isla ofrece una gran variedad de destinos que se pueden descubrir poco a poco, sin prisas y disfrutando de todo lo que ofrece. La otra gran atracción turística es Mdina. La antigua capital de Malta esconde en sus calles una auténtica ciudad medieval.
No hay ningún coche por sus calles y se puede disfrutar de manera muy intensa en un par de horas. Y claro, se puede volver a visitar las veces que se quiera, porque se está viviendo en el país y no se está visitando.
En el archipiélago hay otras islas para visitar, así que no se tiene por qué quedarse en la isla principal. Las islas de Gozo y Comino ofrecen otras cosas para que el visitante pueda descubrir toda esa riqueza que tiene un país mediterráneo que puede combinar el ocio con el estudio de una manera en que ningún otro país mediterráneo puede hacer.
Puedes comprender esto si visitas la página de opiones de EF, donde los estudiantes que han elegido este destino han dejado sus experiencias, que seguro se pueden repetir e incluso superar.
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