El oasis de Figuig
Para los amantes del turismo un poco más aventurero y alejado del bullicio, Figuig es una parada que no deberían perderse. Situado en el nororiente de Marruecos y casi en la frontera de Argelia se sitúa esta provincia en medio del desierto. Al no ser una zona común de paso, no es un lugar demasiado visitado por turistas.
Este oasis está formado por siete aldeas separadas por unos cuantos metros. La más grande y rica es Zenega aunque muchos son los que afirman que la más bonita es el-Ma’izz. De esta última destaca la forma de sus calles, unas calles techadas ya que las viviendas se construyeron encima con la intención de proteger a los viandantes del intenso calor del verano que puede llegar a alcanzar los cincuenta grados.
El oasis está formado por más de 400.000 palmeras de dátiles que consiguen mantenerse gracias al agua que se extrae de pozos artesanales muy profundos. Aunque en principio no hay gran oferta de sitios donde comer, siempre encontrarás cafés donde conseguir una comida sencilla y típica de la zona.
Puedes alojarte en el primer hotel de Figuig “Dar Amane”. Creado en una vivienda original en el corazón de la aldea de Zenega, tiene siete habitaciones y la posibilidad de alojamiento y desayuno o media pensión. Su terraza con vistas al palmeral de Figuig es perfecta para tomar un té aunque si prefieres refrescarte podrás acomodarte en su patio al borde de la piscina.
Vía | SobreMarruecos
Foto | Oujdaville
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