Rabat, una ciudad muy dulce
Rabat, capital de Marruecos, es una ciudad tentadora para los golosos. En sus calles abundan los establecimientos de pastelería y repostería. Los más exquisitos dulces marroquíes, ricos en miel y almendras, se complementan con otros pasteles mediterráneos y orientales. También son usuales los crepes, y masas como bagrer, rghaif y harcha, elaboradas a base de mantequilla.
La orgía de miel y glucosa es tal, que decenas de abejas campan a sus anchas por los mostradores y escaparates, libando entre los productos expuestos. La variedad de dulces de Rabat también se manifiesta en los precios, los hay asequibles a cualquier bolsillo y muy caros, productos refinados elaborados a base de chocolate, frutos del bosque o fresas.
La pastelería Bouiba es uno de los hornos más afamados de Rabat. Se trata de un pequeño establecimiento especializado en pasteles tradicionales del país. Se halla en la medina y entre las exquisiteces que fabrica están los cuernos de gacela, los fekas y hojaldres fritos con miel.
Le Chef d´Oeuvre es un conocido y barato obrador del barrio de Hassan. Esta pastelería ofrece tartaletas de limón, milhojas con praliné, bizcochos y una amplia gama de productos de panadería y bollería.
También pueden degustarse los dulces de Rabat en teterías como Chez Paul o Au Délice, ubicadas en el barrio de Agdal y en el centro de la ciudad respectivamente. Igualmente recomendable resulta Maymana, un moderno establecimiento pastelero del barrio de Souissi, alojado en un edificio contemporáneo rodeado de estanques y olivos.
Viajar a Rabat puede ser una maravillosa y enriquecedora experiencia cultural y, si deseamos acercarnos a estos lugares, la más dulce de las aventuras africanas.
Vía | El Viajero-El País
Foto | Flickr-Alejandro Cortés García
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