Una ruta en coche por Alicante para disfrutar de grandes momentos
La provincia de Alicante oferce muchos lugares para disfrutar de un gran viaje en coche, deteniéndose en muchos pueblos con maravilloso rincones para descubrir.
El coche es uno de los vehículos elegidos para disfrutar de unas buenas vacaciones, con libertad y sin necesidad de ir pendiente de los horarios del transporte. Pero muchos usuarios utilizan el coche para desplazarse de forma rápida y directa desde el punto de origen hasta el destino vacacional. Es un medio de transporte cómodo y permite hacer las paradas que se desea, aunque en este caso, se reduce su uso a lo imprescindible.
Es en estos casos cuando se suele elegir circular por autopistas o autovías. Estas ofrecen un trayecto rápido, limpio y muy eficiente. Las autopistas y autovías permiten desplazarse con rapidez y llegar hasta el destino vacacional. Hay estaciones de servicio en torno a estas vías rápidas que permiten descansar cada cierto tiempo, así que permite coger el viaje con tranquilidad.
Pero hay otra manera de moverse por carretera. Las carreteras convencionales han sido desde hace mucho tiempo el trayecto más utilizado. Sobre todo, cuando no existían las autopistas y autovías modernas. Pero aunque su uso parece limitado a los trayectos cortos, de enlace desde la autovía hasta el destino, la verdad es que circular por ellas puede traer muchas sorpresas.
Una de las ventajas de las carreteras convencionales es que pasan cerca (o incluso lo atraviesan) de pueblos y ciudades que pueden convertirse en una sorpresa durante el camino, haciendo que este se convierta también en parte de las vacaciones. En estas poblaciones, tanto si son pequeñas como si se trata de ciudades más grandes, se pueden hacer paradas y aprovechar para descubrir lo que ofrecen.
Estas paradas inesperadas pueden ser muy atractivas. Hay poblaciones que tienen muchos argumentos turísticos que pueden pasar desapercibidos. Castillos, casas señoriales, museos bastante curiosos y otros lugares que merecen un poco de nuestro tiempo. O, simplemente, callejear por calles empedradas y enmarcadas por paisajes increíbles. No hay que olvidar tampoco a la gastronomía.
En autovías y autopistas suelen predominar las cadenas de restauración. Estas son bastante impersonales y ofrecen una calidad media bastante más baja. Sí, hay auténticos mesones y grandes restaurantes en las cercanías de estas vías rápidas, pero no suele ser lo normal. Las carreteras convencionales permiten pasar por pueblos y ciudades donde se pueden disfrutar platos típicos de cada región.
Una muy buena idea para hacer que el viaje sea parte de la aventura de las vacaciones y no solo un trámite para llegar al destino. Quizá ocupe algo más de tiempo y no sea un trayecto tan rápido como en el otro caso. Sin embargo, resulta mucho más interesante, sorprendente y sobre todo, agradable para toda la familia.
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