Cuatro consejos para evitar el calor durante las vacaciones de verano
Lo sabemos. Es complicado evitar el calor durante las vacaciones de verano y es posible que nos encontremos con un sol inmisericorde y unas temperaturas muy elevadas durante las vacaciones. También es cierto que muchas de las salidas y actividades tienen lugar durante esas horas de mayor calor y no es cuestión de estar encerrado en el hotel o el apartamento sin ir a ver esas cosas que tanto interés tienen. Pero incluso en esos momentos, hay que tener claro que se puede evitar el calor o por lo menos, hacerlo un poco más soportable. Veamos como.
Ropa cómoda, calzado adecuado y gorra
La ropa es siempre la primera barrera contra el sol. Ha de ser lo suficientemente cómoda, que transpire y que permita ir bastante fresco incluso en las horas de más sol. El calzado ha de ser comodo y si se trata de una visita en la que tengamos que andar mucho o por terrenos agrestes, mejor utilizar zapatillas de deporte y calcetines, aunque sean cortos. Estos ayudarán a absorber el sudor de los pies y evitarán la aparición de llagas e inflamaciones de la piel. Un elemento indispensable es la gorra, que evitará insolaciones y que nos de el sol en la cabeza.
Crema protectora e hidratante
Si vamos a estar mucho tiempo bajo el sol, lo mejor es utilizar crema protectora. Aunque no estemos en la playa, el sol produce exactamente el mismo efecto, así que hay que proteger la piel para evitar daños y quemaduras. Después de la excursión, hay que seguir cuidando la piel, que puede haber sufrido mucho castigo durante la jornada estival. Una aplicación de crema hidrantes puede resultar muy útil y práctica para permitir que recupere el frescor y mantenga su aspecto saludable.
Agua y fruta para hidratarse
Cualquier rato bajo el sol provoca una severa deshidratación, así que no hay que olvidar hidratarse con frecuencia. Lo mejor para hacerlo es, sin duda, el agua. Es preferible que no esté muy fría, sino más bien fresca. También se puede optar por algo de fruta fresca, como la sandía, que tiene mucha agua y permite una rehidratación muy satisfactoria. Lo que nos suele apetecer en momentos como este es una cerveza bien fresquita o un refesco, que tampoco está nada mal. Pero hay que recordar que la cerveza contiene alcohol, que pese a lo que hayas podido escuchar o leer, ayuda a la deshidratación, mientras que los azúcares de los refrescos tampoco ayudan. Mejor el agua y la fruta fresca.
Evitar las horas de mayor sol
Si se puede adelantar o retrasar la hora de las actividades, es mejor hacerlo. A primera hora de la mañana o a partir de las cinco de la tarde, cuando el sol está más bajo y no calienta tanto, son las mejores horas para comenzar una actividad física en verano. Nos ahorramos las horas de más calor y evitamos el sol en su punto más alto. Ante cualquier síntoma de ahogo por calor o mucha sed, no hay que pensarlo siquiera. Parar, descansar, beber y si se puede, tomar una ducha o un baño, para aliviarnos del calor. Y no está de más avisar a algún compañero para recibir, si es necesario, la oportuna atención médica.
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