El Crucero del Baile, un viaje por el mar al ritmo de salsa
Pasar unas vacaciones de ensueño a bordo de un crucero es algo que a muchos nos apetece. Pero además de los viajes que surcan los mares sin más, hay que saber que cada año parten varios cruceros temáticos que realizan trayectos similares a los tradicionales, pero que además tienen un aliciente y es que tienen un tema concreto que marca el ritmo del crucero. Ya hablamos en otro artículo del Barco Ochentero, que parte en mayo, pero en noviembre zarpa desde Barcelona el Crucero del Baile.
Este viaje, como su propio nombre indica, tiene el baile como principal argumento. Durante los ocho días que dura el crucero, los viajeros recibirán varias clases de distintos tipos de baile. Desde bachata hasta salsa, kizomba o cualquier otro ritmo que quieras aprender durante las vacaciones, tiene su lugar durante el Crucero del Baile. A las actividades propias del crucero a bordo del Costa Fascinosa, se añaden fiestas específicas cada noche y durante la navegación. Además de las clases, hay una interesante agenda de visitas a tierra en cada una de las escalas.
El equipo de profesores proviene de lugares tan distintos como España, Puerto Rico, Alemania, Uruguay y Brasil, entre otros, Hay varios tipos de baile para aprender y se puede disfrutar de las clases que se realizan tanto en los salones del barco como en la cubierta, si acompaña el tiempo. En el precio se incluyen todas las actividades relacionadas con el baile y las clases, así que solo hay que disfrutar de la experiencia y dejarse llevar… o dirigir el baile.
El barco partirá el día 9 de noviembre a las 17:00 horas y el segundo día atracará en Marsella. De ahí viajará hasta Génova, para llegar el cuarto día hasta Nápoles. El quinto día el Crucero del Baile llega a Catania y el sexto es el día elegido para visitar La Valletta. El séptimo día se dedica a navegar hasta Barcelona, donde atracará finalmente el octavo día, poniendo fin al viaje.
En cada una de las escalas hay visitas programadas para conocer bien cada una de las ciudades, así que la diversión a bordo se conjuga con el turismo. Un buen plan para aprender por fin a bailar o a perfeccionar el estilo de baile, tanto si se lleva la pareja como si se encuentra en el barco.
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