El turismo experiencial, la manera de viajar y sumergirse en el destino

Hace unos años, solo había una forma de hacer turismo. Se trataba de ir a un sitio para pasar las vacaciones y disfrutar del tiempo libre en esos lugares. Hoy, haciendo lo mismo, hay una larga lista de etiquetas para poner a esos viajes de vacaciones. Una de las que se están poniendo muy de moda es realizar turismo experiencial. Seguro que le has escuchado, pero quizá no tengas claro qué es esto del turismo experiencial.

El turismo experiencial es el turismo que convierte ese viaje de vacaciones en algo más que tomar el sol, visitar los museos y lugares más emblemáticos de una ciudad y disfrutar de su gastronomía. El turismo experiencial o turismo de experiencias es el que permite que los turistas se sumerjan en el lugar donde van a pasar esas vacaciones, siendo parte de la sociedad que vive allí o formando parte de la comunidad. O realizando actividades que tienen como escenario el lugar de vacaciones.

Una de las maneras de realizar este turismo experiencial es, por ejemplo, hacer una visita a un castillo o a un monasterio viviendo una aventura de misterio. De estas manera no solo se visita el monumento, sino que se va conociendo a través de una serie de aventuras que permite descubrir de una manera más intensa el lugar a visitar.

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Pero es solo una de las maneras que las agencias de viaje especializadas ofrecen para que el turista pueda vivir de manera más intensa sus vacaciones. La inmersión en una ciudad va más allá de un simple viaje guiado. Los viajes experienciales ayudan a integrarse mejor en la ciudad de destino, con actividades que muestran la realidad de los destinos.

Participar en una actividad organizada por vecinos de la ciudad, realizar un trabajo artesanal propio de la zona visitada, o incluso participar en otros oficios menos tradicionales, descubrir una bodega ayudando a los trabajadores en las labores propias del negocio, o en la vendimia, recolectar naranjas en un huerto o cualquier cosa que haga que las vacaciones sea algo totalmente diferente al turismo habitual.

El turismo de experiencias puede ser una buena alternativa a las vacaciones tradicionales y aunque este tipo de actividades no ocupen todo el tiempo y haya espacio también para el descanso, es buena manera para descubrir de otra manera los destinos de vacaciones.

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