El cajón Peruano
durante la colonización española debido a la prohibición que tenían de ejecutar sus tambores por parte de la Iglesia Católica y el virreinato del Perú.
Los negros esclavos vieron en los cajones de madera usados para transportar mercadería, la posibilidad de utilizarlos como instrumento de percusión, sin prohibiciones ya que las autoridades no los consideraban tambores sino instrumentos “caseros”. De esta manera fueron empleándose en sus ritos sagrados y en sus manifestaciones artísticas.
La historia y trayectoria musical del cajón peruano está ligada a la zamacueca, por consiguiente cuando en 1879 aparece la Marinera (versión con algunos cambios rítmicos y coreográficos de la antigua zamacueca) ésta es también acompañada por guitarras y cajón. A finales de los años 40 empieza a participar como instrumento en el vals criollo o peruano. Llegando a fines de los años 50 como el instrumento protagónico de la costa del Perú, siendo necesario en la ejecución de prácticamente toda la música criolla.
El cajón peruano es construido con cedro o caoba y sus formas y tamaños varían, la cara anterior es más delgada, y en ella el percusionista toca con los dedos o con la palma ahuecada, logrando sonidos más graves hacia el centro de la tapa o más agudos en el borde superior de la misma.
Vía | de arte y cultura
Foto | Flickr – Jose Antonio Galloso
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