Los Petroglifos de Nazca

entre cactus y rocas.

El arte rupestre nos permite conocer las antiguas expresiones de los pueblos, tiene un significado de tipo ceremonial como también puede señalar lugares de descanso o indicaciones en el camino. Perú es reconocido como uno de los 15 países del mundo con mayor riqueza en este arte.

El arte rupestre se clasifica en cuatro tipos: las pinturas, de colores de origen vegetal y mineral; los geoglifos, figuras construidas con piedras sobre las laderas de los cerros (como las Líneas), los petroglifos o grabados en roca por incisión y abrasión, y el arte mobiliario que son dibujos realizados en piedras pequeñas.

En esta ocasión nos interesamos en señalar en Nazca y sus alrededores los sitios donde admirar y conocer grandes exponentes de petroglifos.

En Chichictara, Palpa, se pueden observar cientos de petroglifos grabados sobre rocas en las laderas de dos grandes cerros, mirando hacia un valle poblado de naranjos y mangos. En Majuelo, entre los desiertos de Usaca y Huaricangana, se encuentra el petroglifo más grande, un cetáceo mítico protegido por un abrigo rocoso.

Los lugares donde se observan mas petroglifos son los valles agrícolas como Las Trancas o Ingenio, como así también en los sitios de San Marcos y Pongo, y en el camino a Pampa Galeras.

Es bueno viajar a Nazca no sólo para sobrevolar las Líneas , sino también dar con buenos operadores turísticos conocedores de este tesoro arqueológico para que nos conduzcan por el desierto y podamos descubrir estas maravillas del arte rupestre.

Foto | Flickr – Marssipa
Fuente | Revista Lugares

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