El Lago de las Siete Ciudades, en las Azores

En la Isla de San Miguel, una de las más bonitas de cuantas conforman las Azores, encontramos un volcán inactivo conocido como Sete Cidades. Durmiente desde su última erupción, hace más de quinientos años, cuenta la historia que fue tan violenta que se llevó por delante nada menos que siete ciudades, de ahí el nombre que recibe.

La caldera o cráter de este volcán inactivo es hoy día un lago, conocido como el Lago de las Siete Ciudades. Su estampa es un de las panorámicas más famosas que promocionan las bondades de las Azores, una postal que deja bien las claras que estas islas esconden auténticas maravillas naturales en su interior, que son algo más que infinitas playas llenas de turistas.

En realidad no es un lago, sino dos lagos comunicados, el Lago Verde y el Lago Azul. Un estrecho camino separa ambos lagos, un camino que da a un pequeño pueblo que también recibe el nombre de Siete Ciudades. La aldea es pequeña pero muy pintoresca, y merece la pena echarle un vistazo.

Los lagos son más o menos del mismo tamaño, pero fáciles de distinguir ya que cada uno refleja el color de su nombre, el azul por el color habitual del agua y el verde por los pigmentos de las plantas y algas del fondo. Cuando el día es soleado es cuando mejor se ve este efecto, cuando más claramente se distinguen los dos colores.

Por eso, lo recomendable para visitar este precioso lugar es que sea durante un día con buen clima, para divisar desde el mirador de Vista do Rei las mejores perspectivas y hacer fantásticas fotos. La excursión merece mucho la pena si eres un amante de la naturaleza, porque el paisaje no te va a decepcionar en absoluto.

Foto | Flickr – Ristok

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