Las cinco curiosidades de Lisboa que te harán visitar la ciudad
Lisboa es la capital de Portugal y en ella vamos a encontrar varios lugares curiosos y con una interesante historia, así que te contamos 5 curiosidades de ellos
Lisboa es una ciudad que se construyó sobre siete colinas, así que los desniveles son algo bastante común en los recorridos por la capital de Portugal. Eso sí, algunas calles son tan empinadas que no pueden ser recorridas con vehículo. Por ese motivo, desde finales del siglo XIX hay una manera bastante inteligente y original para salvar esos desniveles: los elevadores de Lisboa.
El plan para construir estos elevadores comenzó en 1875, cuando se planificó el primer elevador y se concedió su fabricación a la compañía de elevadores de Lisboa. En el año 1882 se vendió la concesión al ingeniero Raoul Mesnier du Ponsard, que puso en marcha el primer elevador en el año 1884. En un principio los elevadores funcionaban por gravedad, utilizando depósitos de agua situados delante y detrás, de manera que el peso hacía que bajara o subiera a voluntad. Más adelante se utilizó el vapor y a principios del siglo XX se comenzaron a maniobrar con electricidad.
Este es el más antiguo de los elevadores de Lisboa y, como hemos comentado más arriba, se inauguró en el año 1884. El elevador do Lavra tiene un recorrido de 188 metros por la calçada do Vavra, que tiene una inclinación del 22,9%. La calle es estrecha, pero permite la ubicación de dos vías, una para cada sentido. En este elevador se puede encontrar un callejón que está lleno de grafitis, que es muy fotografiado por los turistas.
El elevador do Gloria es el más utilizado por los turistas y une la plaza de los restauradores con el espectacular Mirador de San Pedro de Alcantara. Al cabo del año transporta unos 3 millones de pasajeros y recorre 260 metros por una calle que tiene una inclinación del 17,7%. Se inauguró en el año 1885 y hoy las cabinas del elevador están cubiertas de grafitis que les aporta una imagen muy particular.
El inicio del elevador do Bica comienza en la Rua do Bica y recorre 200 metros de esta calle, estrecha y llena de casas pintorescas, aceras muy estrechas, restaurantes típicos e imágenes muy características de Lisboa. Este elevador termina en el Mirador de Santa Catalina, así que también es muy utilizado por los visitantes para poder disfrutar de unas vistas espectaculares.
El elevador de Santa Justa es un elevador vertical que une el barrio de Baixa y Chiado.Fue inaugurado el año 1902 y está compuesto por dos ascensores de madera con capacidad para 24 personas cada uno. Salva un desnivel de 45 metros y en la parte superior hay un mirador con una interesante vista de la ciudad. Eso sí, asomarse al mirador cuesta un extra sobre el precio del elevador, pero es una vista que vale la pena disfrutar. Truco: para llegar a la calle superior hay una pasarela de hierro descubierta desde la que se ve casi lo mismo.