La Basílica de la Estrella, la iglesia más bonita de Lisboa
En el siglo XVIII, la reina María I de Portugal ansiaba tanto tener un hijo varón que hizo una promesa: si ese hijo llegaba, el hijo que sería heredero del trono del reino, construiría una iglesia. Y así es como hoy podéis conocer esta preciosa iglesia de Lisboa que se conoce como la Basílica de la Estrella.
Todo gracias al príncipe José, aquel que niño que, por cierto y para seguir repasando la historia, murió joven, antes incluso que se terminara de construir esta iglesia que se levantaba para conmemorar su nacimiento, cosa que ocurriría ya a finales del siglo XVIII. Curiosidades de la historia.
La iglesia, enorme, se llama realmente Basílica del Sagrado Corazón, aunque se conoce como de La Estrella porque está en el barrio que luce ese nombre, uno de los barrios que está en una de las colinas que conforman Lisboa. Justo al lado de la iglesia encontramos el Parque de la Estrella, uno de las zonas verdes más grandes de la ciudad, e ideal para echar un paseo.
El templo tiene parte de barroco y parte de neoclásico, y por su altura y su situación es fácil de ver desde la distancia, distinguiendose sus torres campanarios, idénticas la una a la otra, y su cúpula en el cielo de Lisboa. En el interior, destacan las numerosas estatuas y pinturas, siendo la más destacada la representación del nacimiento de Cristo. También podéis encontrar aquí la tumba de la reina María I, que si bien falleció en Brasil, se trasladó su tumba a esta basílica, que para algo la financió.
Si tenéis la oportunidad de acercaros a esta Basílica de la Estrella no dudéis en visitar su interior. La entrada es gratuita y merece la pena conocer uno de los tesoros de la ciudad lisboeta.
Foto | Flickr – Pedro Cambra